La tercera novela del autor, primera publicada en español por el sello Dolmen, la protagoniza Félix Castor, un investigador exorcista fiel al "arquetipo" de la novela policiaca marcado por su pasado, comprometido con sus valores morales y sumido en la culpabilidad.

Carey ha explicado hoy en la Semana Negra de Gijón que pretende escribir seis libros -de los cuales la mitad ya ha sido editados- en los que este personaje llegue a averiguar por qué, tras miles de años de humanidad, los muertos han decidido revivir y deambular como espíritus por las calles.

Tras la publicación de la media docena de volúmenes, prevé cambiar el protagonista de su obra y dar más espacio a la "femme fatale" que aparece o al fantasma "soplón" de sus relatos.

El guionista de cómics tan conocidos como Lucifer es un experto en "maridar fantasía y novela negra" y su perfil se adecúa "mucho" al buscado en el festival literario de la Semana Negra, han reconocido sus organizadores.

Sus fuentes de inspiración, según ha señalado Carey, son las clásicas películas de los años 50 y la literatura de Raymond Thornton Chandler.

En 'El diablo que ya conoces', Castor es contratado para exorcizar a un fantasma que aparece en una biblioteca y mueve los objetos, además de haber atacado a un guardia de seguridad.

A pesar de haber escogido el trabajo por obligación -un último trabajo en el que trató de curar a un amigo hizo que éste enloqueciera y motivó que el personaje abandonara la profesión para dedicarse a otras actividades, pero es un inútil en cualquier otro trabajo- comienza a interesarse por el caso.

Se introduce así en una investigación destinada a averiguar quién acabó con la vida del ahora fantasma.

En la novela de Carey éstos seres sobrenaturales luchan contra su destino al entender que han dejado de ser mortales y el combate interno les convierte en zombis si antes eran humanos y en hombres lobo si se trataba de animales.

Castor los exorciza con sus palabras, a las que dota de una cadencia armónica con ritmo musical que envuelve a los espíritus y les hace desaparecer una vez que finaliza el sonido de su voz.

Cuando el escritor ideó la novela, primero imaginó a un personaje "acabado" pero "comprometido", después recreó un ambiente "sobrenatural" y el resto de elementos de la historia se crearon a sí mismos, ha confesado el autor.