La Comisión señaló que "es difícil" saber con exactitud qué porcentaje de las existencias del año anterior que se venderán este verano aplicarán las normas, aunque confió en que prácticamente todas las cremas fabricadas en 2008 incluirán la información adecuada.

Tres de cada cuatro fabricantes dicen que entre el 70 y el 100% de sus cremas respetarán esos estándares, señaló la CE.

En 2006 Bruselas definió los requisitos que deben cumplir las etiquetas de los productos solares para evitar, por ejemplo, referencias falsas como las que prometen una "protección total", ya que incluso los productos con un alto factor de protección solar (SPF) filtran algunas radiaciones ultravioleta.

Esos requisitos no forman parte de una normativa, sino de un acuerdo entre los fabricantes y el Ejecutivo comunitario.

El SPF es sólo un indicador comparativo de la intensidad de las quemaduras (rayos UVB) y su referencia en una etiqueta puede producir un sentimiento de seguridad "ilusoria".

Por ello, la CE recalca la importancia de incluir además un sello que rece "UVA", para proteger también contra los rayos que provocan el envejecimiento prematuro de la piel y perturban el sistema inmunitario.

La comisaria europea de Sanidad, Androulla Vassiliou, indicó en un comunicado que una protección insuficiente al sol se traduce en "riesgos graves para la salud" incluido el cáncer de piel.

Bruselas pretende sensibilizar a los consumidores sobre este nuevo etiquetado para que puedan elegir una crema "con conocimiento de causa" y, además, para que tengan en cuenta que los productos solares no bastan por sí solos para protegerse del sol, sino que deben también tomarse medidas suplementarias.

Entre otras, la Comisión recomienda evitar tomarlo de forma prolongada entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde -cuando las radiaciones son más fuertes-, protegerse con un sombrero y unas gafas de sol y no exponer a bebés ni a niños pequeños.

Además, los productos deben aplicarse de forma generosa, al menos 35 gramos de crema (el equivalente a 6 cucharaditas de café) para proteger todo el cuerpo, repitiendo la operación con frecuencia, especialmente después de un baño.

La Comisión precisa que más importante casi que el factor de protección solar es la correcta aplicación del producto, de manera que una crema con un SPF de entre 15 y 25 bien utilizada protege casi tanto del sol a una persona de piel normal como una crema con SPF superior a 50.

Bruselas estima que la venta de cremas solares en 2007 en la UE alcanzó más de 1.700 millones de euros, lo que supuso un aumento del 5,1% respecto del año anterior.

El mercado de estos productos en la Unión, según recuerda también el Ejecutivo comunitario, está dominado por empresas europeas.

De los diez principales distribuidores sólo dos son externos y juntos apenas suman el 7% del mismo.