A las 17:30 de la víspera del primer concierto del músico estadounidense en San Sebastián -para el que aún quedan entradas- se congrega un grupo de 32 personas en el exterior de Anoeta.

Todos tienen escrito en la mano un número con rotulador negro, un número que es, en estos momentos, más importante para ellos que los de color rojo de sus bancos o que el del móvil: se trata de la cifra que decide en qué orden accederán al estadio en el que el "Boss" hará trotar a más de un corazón.

Laia es la número 1, viene de Barcelona y ella es quien está organizando la lista en la que figuran los nombres de los que entrarán primero.

Está en las puertas del estadio desde ayer a las 12:00 horas. Es una veterana con paciencia y mucha experiencia. "Yo estoy aquí para no pagar hotel", reconoce, y también "por si viene alguien", para que se apunte en la cola, lo que implica permanecer ahí toda la noche.

Próxima parada de esta barcelonesa: Madrid, tiene la intención de acompañar al Boss en toda su gira.

Juan está "cumpliendo un sueño". "Me despertó una madrugada a las cinco de la mañana y me dijo, \u00A1ya tenemos las entradas! No teníamos pasaje, no teníamos nada", dice Silvina, que acompaña a Juan. Son de La Plata, Buenos Aires.

Springsteen estuvo en Argentina en el 88 y él "era muy chico", tenía doce años y no pudo asistir, así que desde entonces ha esperado la oportunidad para verlo y mañana lo hará, al fin.

Han quedado a las 21:00 horas para pasar de nuevo lista. Quien falte perderá su posición y la oportunidad de estar un poquito más cerca del escenario.

Muchos ya se conocen de anteriores conciertos: Bilbao, Milán...

siempre coinciden al principio de la cola, puede que hasta el mismo Springsteen haya memorizado la cara de alguno de ellos.

José, número 20, es donostiarra y estuvo en el último concierto de Springsteen en París hace 3 semanas, tiene previsto ir a Madrid a la próxima del Boss y seguirle hasta Barcelona. "Hay un recinto para los primeros que entran", explica, "los primeros 2.000 o así".

Dentro de ese codiciado espacio "no te agobias y no hay avalanchas ni nada" y es que los que están en la cola aguardan para poder acceder a él.