Antes de la celebración eucarística, que tuvo lugar en Barangaroo, con vistas a la conocida Bahía del Darling Harbour, el primer ministro australiano, Kevin Rudd, dio la bienvenida a los jóvenes en diferentes idiomas: "Ustedes están aquí para esta gran celebración de la vida, esta gran celebración de la fe y esta gran celebración de esperanza (...) Por esto ustedes son la luz del mundo en un tiempo en el que el mundo sufre en medio de las tinieblas". La juventud local indígena, por su parte, ofreció una bienvenida con música aborigen.

La Misa comenzó puntual a las 16.30 horas (8.30 hora española) con una procesión previa de 168 banderas internacionales, representando las naciones que participan en la JMJ 2008, que terminó en la zona del altar. La cruz de la JMJ, el icono de Nuestra Señora y el 'Message Stick' (bastón mensajero indígena) también recibieron su bienvenida en Barangaroo tras su viaje de 12 meses por Australia.

Tras esta ceremonia introductoria se dio paso a la Liturgia. Las lecturas y el salmo fueron leídos en diferentes idiomas, así como las ofrendas, que fueron llevadas por una delegación de jóvenes vestidos en trajes típicos de sus diferentes regiones.

Los cantos de la Misa, que combinaron himnos tradicionales con cantos modernos, fueron interpretados por la orquesta SMS, que cuenta con 80 músicos y el coro de la JMJ 2008, conformado por 300 personas.

"BÚSQUEDA DE VOCACIÓN"

Durante la Homilía, el cardenal Pell llamó a los jóvenes a perseverar en la búsqueda de su vocación: "Ustedes jóvenes peregrinos pueden ver el futuro que se extiende ante ustedes tan rico en promesas. La parábola evangélica del sembrador les recuerda la gran oportunidad que tienen para abrazar su vocación y producir una abundante cosecha y abundantes frutos".

La ceremonia eucarística concluyó con el mensaje del cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Pontificio Consejo para la Cultura: "Ustedes han traído el verano al invierno de Australia; ustedes son la primavera del mundo y de la Iglesia".

Para concluir la celebración los peregrinos se unieron al coro entonando la versión internacional del himno oficial de la JMJ 2008, tras lo que disfrutaron de un concierto a cargo de diferentes grupos musicales, entre los cuales destacó 'Guy Sebastian' y 'Paulini', intérpretes de la canción oficial, así como bandas musicales y grupos de danza, que alargaron la celebración hasta las diez de la noche.