En la sala Moby Dick, ante un centenar de personas, los integrantes de Buitres sintieron, como en sus visitas previas (2004 y 2005), "el contacto emocional con el público uruguayo en España", principal objetivo de esta gira, según comentó a Efe su vocalista, Gabriel Peluffo, antes del recital.

"Aquellos encuentros fueron muy emotivos y a veces difíciles de dominar para los músicos", indicó.

Sin concesiones a la calma, Buitres abrieron hoy con su rotunda "Ojos rojos", del disco "Maraviya" (1993), y alternaron en su repertorio tres temas de su último álbum (2007), "Canción de cuna", "Días mecánicos" y "La oportunidad", con algunos de sus éxitos como "Mincho Bar", "Condenado el corazón" o "Carretera perdida".

A lo largo de casi dos horas de puro 'rock and roll' con algunos aires de punk y otros temas (los menos) melódicos, Buitres deleitó a los presentes, algunos de las cuales subieron al escenario para fotografiarse con los músicos, lo que demostró la familiaridad en la que se movió el recital.

Los cinco integrantes de Buitres se divierten sobre el escenario y no lo pueden disimular. Bajo la dirección artística del guitarrista Gustavo Parodi, bien secundado por Pepe Rambao, y con el ritmo del bajista Orlando Fernández y del baterista Nicolás Souto, Peluffo (voz y armónica) asume el protagonismo en el centro de la escena.

Entre los asistentes estaba el cantante Jaime Urrutia, ex líder de Gabinete Caligari, uno de los grupos que tanto Peluffo como el guitarrista Gustavo Parodi conocieron durante la 'movida' española de los 80. Pero sin duda la banda que más les impactó en aquel tiempo fue Loquillo y Los Trogloditas.

"(Loquillo) Nos pareció el paradigma de rockero y luego, cuando pude conocerlo, me pareció una persona excepcional, por lo raro, tan parecido a nosotros. Tiene una forma de ser con la que no todo el mundo está de acuerdo, pero es muy afectivo", declaró.

Casi 20 años después de aquel viaje adolescente por España, los integrantes de Buitres versionaron uno de sus temas más conocidos, "Cadillac solitario", aunque hoy no figuró en el repertorio.

La que sí sonó fue el famoso tango "Cambalache", de Enrique Santos Discépolo, al que estos rockeros dieron un barniz especial, a medio camino entre el "Johnny B. Goode", de Chuck Berry, y el "Anarchy in the U.K.", de Sex Pistols, para cerrar esta noche emocionada.