La CE presentó hoy los resultados de una investigación en este sector en los países de la Unión Europea (UE), Noruega e Islandia, que muestran irregularidades en el 80% de las páginas analizadas, el 100% en España.

Los tres principales focos de confusión para el cliente son el precio, el proveedor y la letra pequeña, según los resultados del estudio.

Casi el 50% de los sitios estudiados no mencionaban el precio real del servicio o bien lo hacían, pero sin incluir impuestos (algo obligatorio en toda la UE).

En más del 70% de los casos no se indicaban los datos de contacto del proveedor, de manera que los clientes no tenían a quien acudir si surgían problemas (otra práctica que contraviene el Derecho comunitario).

En cuanto a la letra pequeña, por encima del 60% de las ofertas presentaban la información de manera engañosa y los detalles sobre el contrato, aunque estaban disponibles en la propia página, eran difíciles de encontrar.

Según el análisis de la CE -realizado en junio en los Veintisiete, Noruega e Islandia-, el 80% de las 558 páginas web estudiadas infringen las normas comunitarias sobre protección de los consumidores, por lo que deberían ser investigadas en profundidad.

En España, la Comisión investigó 25 páginas web y detectó posibles anomalías en todas ellas, una circunstancia que ocurrió en otros ocho países comunitarios.

Los sitios sospechosos ofrecen, entre otros servicios, descargas de melodías y fondos de pantalla para móviles que están en su mayoría destinados a niños y jóvenes, el público más vulnerable.

La comisaria europea de los Consumidores, Meglena Kuneva, ha explicado hoy en rueda de prensa que el principal problema es que estos anuncios provienen de compañías pequeñas y desconocidas, lo que hace aún más difícil controlar el fenómeno.

Los consumidores "tienen que saber que hay timadores que ofrecen servicios gratis", ha subrayado la comisaria al presentar el resultado de la investigación.

El informe detalló algunos casos concretos, por ejemplo el de una niña de 9 años que descargó un tono de llamada supuestamente gratuito, que escondía en realidad el ingreso en un servicio de mensajes que debía pagar el titular del teléfono móvil, con un coste total de 272,71 euros.

Kuneva ha destacado también que es muy importante concienciar a los consumidores, tarea que en su opinión deberían asumir las autoridades de los países comunitarios.

Seis países europeos -Noruega, Finlandia, Suecia, Letonia, Islandia, Rumanía y Grecia- han creado ya páginas web donde ofrecen información a los consumidores, por ejemplo, el nombre de las compañías estafadoras.

El estudio de la CE señaló que las autoridades nacionales tienen que entrar en contacto con las empresas a fin de que éstas ofrezcan explicaciones o corrijan los problemas detectados, enfrentándose a multas o incluso al cierre de sus portales si se niegan a cooperar.

Bruselas ha pedido a los gobiernos de los Veintisiete que informen sobre la evolución de la situación durante el primer semestre de 2009.

Esta iniciativa responde a cientos de denuncias de consumidores recibidas por las autoridades nacionales, según ha explicado Kuneva.