"Yo me he comprometido moralmente a desconectar la sonda nasogástrica, si soy llamado. Lo haré para que el recorrido de la muerte natural, interrumpido por la reanimación, se reanude", aseguró Defanti en una entrevista que hoy publica "La Repubblica".

Defanti, que fue responsable del departamento de neurología de los Hospitales Reunidos de Bergamo (norte) y profesor de la Universidad Vita-Salute de Milán, aseguró que Eluana, que actualmente tiene 33 años, ya dijo antes del accidente que la llevó a esta situación que "quería morir si acababa en un estado como este" y que la joven "no se puede despertar".

"Eluana no se puede -y el término usado está ya equivocado- despertar en el sentido de reanudar contacto con el ambiente. El estado vegetativo llega tras el coma y no se confunde. El coma es mucho más fácil de diagnosticar, es similar a un sueño del que no se puede despertar. Cuando un paciente el coma comienza a abrir los ojos y no toma contacto con la realidad que le circunda, entonces se habla de estado vegetativo", señaló el médico.

Según el médico, Eluana es uno de los estados vegetativos "más claros" que ha visto.

Las declaraciones de Defanti se han producido un día después de que el Senado abriera un procedimiento para presentar ante el Tribunal Constitucional un conflicto de atribuciones entre esa Cámara y el Supremo tras la sentencia que autoriza al padre de Eluana a interrumpir el tratamiento que la tiene en vida.

Según fuentes del Senado, en el que los conservadores tienen mayoría absoluta, la petición se debe a que la decisión de autorizar a que se deje de alimentar e hidratar a la joven proviene de "una sentencia de la magistratura y no de una ley".

Eulana Englaro sufrió en 1992 un accidente de tráfico que la dejó en coma irreversible.

Tras un larga batalla legal para conseguir la interrupción de la alimentación librada por su padre, el pasado 9 de julio el Tribunal de Apelación de Milán autorizó parar la hidratación y alimentación forzada, ante "la extraordinaria duración de su estado vegetativo permanente".

Beppino Englaro, padre de Eluana, dijo en esa fecha que su hija será "finalmente libre de esa trampa de mecanismos médicos en los que ha estado atrapada 6.019 días" y que seguirá el camino que le han indicado los jueces, pero que ese asunto "debe ser una decisión privada de la familia".

La sentencia ha reabierto el debate sobre la eutanasia en Italia y desde todos los estamentos sociales se han levantado voces a favor y en contra de la sentencia.

En contra de la misma se manifestaron exponentes del Vaticano y de la Iglesia italiana, mientras que según un sondeo de la empresa SWG para la revista "Donna Moderna", ocho de cada diez italianos están a favor de la suspensión de la alimentación a Eluana.