Hacer trampas en la Red puede salir muy caro o, si no, que se lo pregunten a Adam Vitale. Este estadounidense de 27 años procedente del barrio neoyorquino de Brooklyn fue declarado culpable del envío de millones de correos electrónicos basura o ´spam´ a 1,2 millones de usuarios de America Online (AOL) en 2005. Vitale fue sentenciado a cumplir una condena de 30 meses en prisión y a pagar una indemnización de 113.000 euros por los daños generados a la compañía propiedad de la todopoderosa Time Warner.

El enfrentamiento de Adam Vitale con la Justicia se precipitó cuando fue sorprendido en plena negociación con un informador del Gobierno de EEUU para anunciar un programa informático de seguridad para ordenadores. Vitale se comprometía a enviar millones de correos basura con este contenido publicitario, mientras que el informador incluía una retribución para el ´spammer´ del 50 por ciento de las ganancias finales. El condenado se alió entonces con Todd Moeller y juntos comenzaron el envío masivo de correos electrónicos con la publicidad encubierta del programa del informador. La operación se saldó con millones de correos basura enviados a 1.277.000 usuarios de AOL en menos de una semana del mes agosto de 2005. Para poder burlar los filtros de seguridad de la empresa de Time Warner, Vitale y Moeller utilizaron distintos servidores para enviar los emails, cambiando constantemente el título de los correos. Sin embargo, todo terminó cuando fueron descubiertos. El primero en caer fue Moeller, juzgado en noviembre de 2007 y sentenciado a 27 meses de prisión por haber vulnerado una ley de 2003 que regulaba precisamente este uso fraudulento de los correos electrónicos. A Vitale, que ya tenía otras 22 condenas previas por negocios relacionados con la prostitución en internet, le llegó su turno esta semana. El juez le condenó a 30 meses de prisión y a pagar una multa de 180.000 dólares que tendrá que abonar a AOL.

Adam Vitale expresó su arrepentimiento señalando que "había aprendido la lección", en un intento por rebajar su condena. Pero el juez de Distrito Sur de Nueva York Denny Chin no se conmovió dictando sentencia. "El enviar correos basura es una grave conducta criminal; éste no es un adolescente que participa en un juego de niños", señaló el juez Chin.