De princesa a espía. De ´Princesa por sorpresa´ a ´Superagente 86´, pasando por ´El diablo viste de Prada´, ´Brokeback mountain´ y ´Becoming Jane´. Anne Hathaway ha ido cambiando de registro a medida que hacía películas, aunque, eso sí, la mayoría son comedias donde ella puede lucir todo su encanto personal.

La actriz neoyorquina, de 27 años, ha estado en Madrid promocionando la comedia de espías basada en ´Superagente 86´, la famosa serie de televisión de los años sesenta protagonizada por el nuevo rey de la carcajada, Steve Carell. Dirigida por Peter Segal, Hathaway encarna a la Agente 99, papel que en la serie incorporaba Barbara Felton, aunque con menos protagonismo. Además, últimamente, Anne Hathaway, hija de la actriz Kate McCauley, ha rodado a las órdenes del hijo del Premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez, Rodrigo García, el drama ´Passengers´. También la comedia ´Dancing with Shiva´, de Jonathan Demme, y la cinta romántica ´Bride Wars´, trabajos que ha compaginado con su campaña publicitaria como nueva imagen de Lancôme.

-¿Satisfecha con su versión de la Agente 99?

-Estoy muy contenta, porque he sorprendido a los espectadores con otro registro. Nadie piensa en mí cuando se habla de mujeres de acción.

-¿Fue dura la preparación?

-Sí, porque tuve que ponerme en forma debido a las exigencias en el guión, que incluye muchas escenas de acción. Estuve preparándome durante tres meses con un entrenador personal para estar en plenas facultades, aunque he tenido una doble para las escenas de mucho riesgo, claro

-¿Cómo define a su personaje?

-Cuando era niña, estaba a la altura de los niños, y cuando es mujer, nunca sacrifica su feminidad, que es un aspecto que se mantiene de la serie, como su obsesión por Chanel. Le gusta ser una mujer que puede correr y pelear en tacones, que no se excusa por ser mujer ni pide un trato especial.

-¿Se fijó en su antecesora en la tele, Barbara Felton?

-La idea de la película no era la de copiar los personajes, sino tomar lo mejor de ellos y crear los nuestros propios. Además, en esta versión cinematográfica, la Agente 99 tiene más protagonismo y es más una mujer de acción.

-¿Qué la animó a aceptar el papel?

-Sentía curiosidad por el proyecto porque cuando tenía ocho años era fan de la serie de televisión, que la repetían a menudo, y junto con mi primo jugábamos a atrapar espías como si fuéramos los protagonistas.

-¿Es cierto que luchó por conseguir el papel?

-Cuando me enteré de que la protagonizaba Steve [Carell], anhelaba tanto trabajar con él y conocerle, que decidí luchar por el papel, aunque sabía que si no lo conseguía no tenía nada que arriesgar. Cuando solicité hacer la prueba, pedí que fuera con él, con Steve, y estaba muy nerviosa; cuando empezó a improvisar yo le seguí la corriente. Creo que lo conseguí, porque aguanté cinco minutos más que el resto de las actrices que leyeron con Steve. No es fácil seguirle el ritmo, pero me ha enseñado mucho acerca de la comedia y de la improvisación, y tanto él como Peter [Segal] me hicieron sentir muy protegida.

-¿Se considera una actriz con suerte?

-Sí, soy afortunada, pero también he trabajado mucho. Pienso que todos tenemos nuestro momento, y éste es el mío. En unos años las cosas cambiarán, pero seguiré trabajando duro e intentaré seguir disfrutando con mi trabajo como hago ahora mismo.

-¿Es duro interpretar a personajes conocidos, como el caso de Jane Austen en ´Becoming Jane´?

-Mucho. Estaba asustadísima. Austen es una leyenda, alguien a quien respeto y admiro.

-¿Una actriz o actor necesita siempre la aprobación del público?

-Yo sí. Necesito que les guste mi trabajo, además de que yo me sienta a gusto con mi interpretación, por supuesto.

-¿Qué queda de aquella joven que se convertía en princesa de la noche a la mañana?

-Las ganas de seguir trabajando. Siempre quise ser actriz y me gusta cambiar de registro, interpretar papeles diferentes a mí, como el que hice en ´Brokeback Mountain´. Me gusta hacer lo contrario a lo que hice en el último papel.