La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha tenido que clausurar en la zona cinco hoteles en plena temporada vacacional y advertir de que habrá nuevas acciones en este sentido para frenar un problema que se ha agudizado en los últimos tiempos pero que comenzó hace veintisiete años.

La mayoría de los hoteles clausurados carecía de permisos, tenían vallas que afectaban la entrada de tortugas marinas en una zona de gran riqueza natural e incluso, en algún caso, había dentro de sus límites vestigios arqueológicos.

Los habitantes echan de menos que, pese al potencial ecoturístico de Tulum, en el enclave apenas haya sistemas adecuados de manejo de recursos tan básicos como el agua.

Gonzalo Merediz Alonso, director ejecutivo de la Asociación Amigos de Sian Kaan, "puerta al cielo" en maya, explica que las zonas urbanas y turísticas ubicadas de la costa de Tulum requieren la aplicación de medidas preventivas para evitar cambios sustanciales en los ecosistemas marinos, costeros y selváticos.

La reserva fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987, al igual que el área arqueológica junto al mar de este importante enclave maya.

En los últimos tiempos estudios realizados por investigadores de Austria han detectado la salinización de una extensa franja de cauces costeros debido, al parecer, a la sobreexplotación de los acuíferos.

"Autoridades, empresarios, hoteleros y la comunidad en general, deben saber y entender que extraer agua muy cerca de la costa genera problemas cuyo impacto no tiene precedentes", detalla.

Por otra parte el director regional de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (CONANP), Alfredo Arellano, sostiene que la zona tiene un enorme valor ambiental que debe ser preservado por encima de los intereses económicos y el potencial turístico innegable que tiene la zona.

Entre sus atractivos están ecosistemas únicos como Ox Bel Ha, considerado el mayor río subterráneo del mundo, parte del sistema de arrecifes mesoamericano y numerosas especies animales y vegetales endémicas.

Uno de los cambios más importantes sucedió el pasado 19 de mayo, cuando el gobierno estatal de Quintana Roo publicó el decreto que convirtió Tulum en el noveno municipio del estado, lo que podría aumentar la presión para explotar los recursos de la zona.

En este contexto el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría (ministerio) del Medio Ambiente inició un intenso programa para recuperar los terrenos que forman parte de la zona protegida y donde se ubican numerosos enclaves turísticos.

De acuerdo con datos de Adriana Velázquez Morlet, directora del INAH en el estado, aún no ha sido explorada ni la tercera parte del área arqueológica de Tulum.

En la zona se han localizado restos fósiles de animales prehistóricos, vestigios mayas, joyas prehispánicas, más de un centenar de esqueletos, algunos con más de catorce siglos de antigüedad.

Frente a las organizaciones partidarias de la preservación están los hoteleros, entre quienes se encuentra el actor mexicano Roberto Palazuelos.

Los empresarios consideran que el decreto presidencial del entonces presidente José López Portillo, el de 1981, tiene fallos de redacción y que por el mismo los propietarios de los terrenos expropiados nunca fueron indemnizados.

Desde la Asociación Amigos de Sian Kaan piden al nuevo gobierno municipal tomar conciencia de todo lo que está en juego y asimilar lo que implica realmente el concepto de ecoturismo.

"Si analizamos bien la problemática y todo lo que está en juego, esta zona tiene el potencial para producir, por sí sola, el doble de lo que genera un país como Costa Rica por esa actividad. Eso bastaría para el municipio de Tulum", señaló Merediz Alonso.

De no promover un modelo turístico adecuado podría haber pérdidas ecológicas irreversibles y daños económicos de millones de dólares.