-¿Es consciente de que mucha gente no reconocerá su nombre, pero sí su voz cuando le escuche?

-Soy consciente de que llevo conmigo un legado musical que ha sido muy significativo en la vida de mucha gente y todas las noches, en el escenario, veo risas o lágrimas en las caras del público mientras recuerdan un momento de su vida al escuchar una canción que estoy interpretando. Con eso ya me siento un privilegiado, porque puedo hacer feliz a la gente.

-¿Su público es el público de Supertramp o ha conseguido distanciarse de esa figura?

-Obviamente, Supertramp fue un periodo magnífico en mi vida, una experiencia maravillosa. Fueron 14 años estupendos. Después, tuve que parar y aprender a ser padre porque quería estar al lado de mis hijos mientras crecían. Volver a la música y hacer de nuevo giras creo que me me ha hecho disfrutar más para llevar mis temas en directo a mis fans.

-¿Para usted es una losa de la que deshacerse o considera un privilegio que la gente le siga pidiendo canciones históricas como ´Breakfast in America´ o ´Give a little bit´? Tal vez esté saturado de interpretarlas.

-Ahora vivo en el presente, pero todavía cantando mis canciones del pasado, que siguen vivas. Además, el hecho de que las pida el público es porque aún se acuerdan de mí y me dan la bienvenida con los brazos abiertos. Yo nunca me canso de cantarlas. Y me hace gracia ver que muchas de ellas siguen sonando en la radio por todo el mundo.

-Asegura que tiene varias decenas de canciones inéditas. ¿Para cuándo las va a dar a conocer?

-Tengo 60 temas sin grabar, pero primero soy compositor y cantante. Quizá haga un CD de la gira...