"Como si fuera Brad Pitt". Con esta frase definía ayer el malagueño Pablo Pineda, primer actor con síndrome de Down en recibir la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián, el sentimiento que le invadía al observar interés mediático que la consecución de dicho galardón había despertado entre los medios de comunicación y la corporación del Ayuntamiento de Málaga, capitaneada por el alcalde, Francisco de la Torre, que ayer le recibió para hacerle entrega de un escudo de plata y la medalla de la ciudad.

Pineda, que fue galardonado en Donostia por su participación en el filme ´Yo, también´, se mostró encantado de recibir los símbolos de su ciudad natal. "Prefiero este escudo a la Concha de Plata", señaló entre risas. "Este reconocimiento es más real, el otro es más cinematográfico", matizó, a la vez que confesaba que "la Concha da un poco de vértigo". "He recibido millones de llamadas. Estoy como en una nube. La verdad es que no me lo esperaba". Respecto a un posible futuro entre los focos y las cámaras, el malagueño lo tiene bastante claro. "Dejo la puerta entreabierta al mundo del cine. Aunque lo cierto es que lo primero que tengo que hacer es centrarme en encontrar un trabajo. Tengo 35 años y debo buscarme la vida. Lo del cine es una experiencia muy bonita y muy interesante, pero yo no soy un profesional de la interpretación. Todo esto del faranduleo está muy bien pero hay que poner los pies en el suelo", indicó.

Emancipación. De hecho, el joven prepara actualmente unas oposiciones de administrativo porque se plantea "salir de casa" y emanciparse, algo que será "consecuencia del trabajo". Aunque el temario resulta "pesado", Pineda, que es diplomado en Magisterio y licenciado en Psicopedagogía, ha recordado que tiene hábito de estudio: "Cuando uno está estudiando tantos años, uno se pone automáticamente a estudiar". Su objetivo: lograr un puesto en el consistorio malagueño, donde ya tiene experiencia en el área de Bienestar Social.

Y si el séptimo arte volviese a poner los ojos en él, esta malagueño desearía poder trabajar en películas de "corte social". "Las superproducciones están muy bien pero el cine social también es muy importante", asegura. Y este regreso se materializase, sería perfecto si fuese en compañía de una actriz por la que siente debilidad: Pilar López de Ayala. "La he conocido en San Sebastián y me parece una mujer fantástica. Incluso me ha dado algunos consejos. Me encantaría compartir plano con ella. Es una muñeca".

Por su parte, De la Torre definió a Pineda como una gran persona y señaló que representa "un ejemplo para todos". Y vaya si lo es.