La Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica (AGRMH) sólo ofrecerá información puntual de los trabajos de exhumación de los restos que encuentren en la fosa de Alfacar a todas aquellas familias que hayan solicitado la identificación. El resto, como es el caso de los descendientes del poeta Federico García Lorca, que se han reservado su derecho a una posterior identificación genética, queda excluido y no conocerá los detalles a no ser que lo soliciten a la Consejería de Justicia.

Así lo manifestó la presidenta de la AGRMH, Maribel Brenes, que compareció en el lugar de las exhumaciones durante la visita guiada que ofreció al medio centenar de medios de comunicación que se personaron para cubrir lo que en un principio iba a ser el primer día de excavaciones.

Al final, el retraso en la instalación de la enorme nave que garantizará la privacidad de los trabajos ha obligado a dejar para hoy el comienzo de la excavación, que se prolongará al menos dos meses al margen del tiempo que se emplee en la identificación genética que dirigirá José Antonio Lorente en el Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, según explicó Brenes, encargada de elaborar las conclusiones de todo el proceso, cuyos resultados no se conocerán antes de cuatro meses.

En el interior de la nave se han delimitado, mediante clavos y bandas de plástico utilizadas para precintos, los cuatro de los seis enterramientos de "mayor interés" que pueden contener los cuerpos de represaliados por el franquismo.

Secretismo. Aunque en todo momento han desmentido el "secretismo" con el que se van a llevar los trabajos, la Consejería de Justicia insistió ayer en que todas las medidas excepcionales para impedir el trabajo de los medios de comunicación se han adoptado por petición expresa de los familiares, según precisó ayer el asesor del Comisariado para la Memoria Histórica de Andalucía, Javier Giráldez.

También se comunicó que no se facilitará "ninguna imagen de restos óseos" por expreso deseo de los descendientes. Los huesos que se encuentren se trasladarán al Laboratorio de Identificación Genética para su posterior cotejo con el ADN de los familiares que hayan solicitado su identificación, lo que en principio excluye a los del poeta, cuyos herederos se han pronunciado en varias ocasiones contrarios a la exhumación.