La muralla medieval de Málaga es una de las construcciones megalómanas realizadas en el siglo XI durante el califato de los hammudíes, junto con la Alcazaba, que se levantó como fortificación defensiva frente a los ataques de otros pueblos. Diez siglos más tarde, un extenso lienzo amurallado, situado en la calle Arco de la Cabeza, junto a la casa hermandad de la cofradía de Las Penas, está recobrando el esplendor de antaño, gracias a una intensa labor de conservación y restauración de los restos emergentes de este monumento, llevados a cabo por la empresa especializada Quibla Restaura.

Pero estos trabajos de recuperación del extenso tramo amurallado (28 metros de largo por siete de alto), que corresponde a la zona intramuros del lienzo recuperado en la calle Carretería, se han encontrado con una importante sorpresa para la historia de la ciudad: el hallazgo de un conjunto de restos relacionados con una de las entradas a la ciudad en la Málaga musulmana, la Puerta de Antequera.

En la parte alta de este lienzo de muralla, sobre la que se ubicaba una especie de azotea de las viviendas actuales, los expertos de Quibla trabajaban en la retirada de la solería cuando localizaron una serie de materiales pertenecientes a una estructura antigua, explica el restaurador Joaquín Gallego. Inmediatamente, los arqueólogos de la empresa Arqueosur iniciaron una excavación en este tramo de la muralla medieval para sacar a la luz los vestigios defensivos de la Málaga musulmana.

Según apunta la arqueóloga municipal, Carmen Peral, esta intervención en la muralla del recinto medieval ha deparado novedades, bajo los enfoscados más recientes. La sorpresa apareció cuando en las tareas de limpieza descubrieron unos huecos que atravesaban la muralla desde la base hasta la azotea, lo que les llevó a consultar la cartografía histórica para ver si el hallazgo correspondía con la denominada Puerta de Antequera o un portillo aledaño adosado a una torre. "El plano más detallado de este sector se debe a Bernardo del Frosne (1733), en el que se observa que existía una puerta entre dos torres a la altura de Postigo de Arance, coincidiendo más o menos, con la situación de este paño de muralla", razona Peral.

Concretamente, los arqueólogos de Arqueosur localizaron dos vanos o puertas abiertas a la calle Arco de la Cabeza, una de las cuales se corresponde en alzado con un relleno distinto a los cajones de tapial que conforman la mayor parte del alzado. "Éstas se instalaron rompiendo parcialmente una estancia anterior, al parecer de una torre, de planta circular en su origen, y cuyas paredes albergan unos tramos de escalera en sillarejo atribuida al siglo XI", observa la arqueóloga, quien agrega que "posiblemente" esa torre fue reestructurada adoptando una planta cuadrangular.

La restauración de la muralla pone en valor los materiales originales

La empresa Quibla Restaura está llevando a cabo la restauración y conservación de este extenso lienzo amurallado, en la calle Arco de la Cabeza, con la financiación de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga. Según el restaurador Joaquín Gallego, este tramo de muralla ha sufrido numerosas intervenciones hasta principios del siglo XX, que han cambiado su aspecto original. El principal problema al que se enfrenta esta intervención es la cantidad de añadidos y solapados que presenta la fortificación.

En este sentido, Gallego destacó la conservación de todos los materiales que han conformado la muralla original, así como el forro del XVII de mampostería y ladrillo, que se colocó en algunos tramos de “una forma desordenada”. Igualmente, han restaurado un horno que se excavó en el mismo muro, la zona en la que se ubicó un aseo, así como los diferentes tipos de enlucidos que ha albergado la muralla. En las zonas en las que se han retirado los forros de las casas del XIX se ha realizado una recreación del muro de tapial.

Y es que la muralla medieval ha desempeñado dos funciones en su larga vida: fue creada en el siglo XI como elemento defensivo, una función que se mantuvo hasta el XVIII, cuando el Ayuntamiento autorizó la construcción de viviendas. La intención es recuperar la secuencia histórica y sólo se conservarán los añadidos que aporten información sobre la vida de la muralla y de la ciudad”, afirmó Gallego.

Este lienzo de muralla, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), se incorporará al circuito turístico-cultural de la ciudad.