El magnate Horacio Echevarrieta, una especie de ´ciudadano Kane´ español y el marino y espía alemán Wilhelm Canaris, en la década de mayor expansión mundial, en los años 20, impulsan la carrera armamentística que, desafiando el orden internacional, encaminaba a Alemania hacia una nueva guerra mundial. Ambos ponen en marcha varios proyectos y expectativas para grandes inversiones, pero finalmente el escándalo que provoca en Alemania la publicación de la trama y la crisis de 1929 acaban arrastrándolos a la ruina y el olvido.

La sección Foro de Proyectos de Festival acogió ayer la presentación del largometraje documental ´El último magnate´, dirigido por José Antonio Hergueta y Olivier van der Zee y producido por MLK Producciones y Sincro TV. El documental, que empezará a rodarse en el próximo mayo en Málaga, Cádiz, Madrid y Alemania y cuenta con un presupuesto de 312.000 euros, reconstruirá las vidas de estos dos personajes desconocidos y su papel en los avances tecnológicos y militares. Hergueta explicó ayer que el magnate español, fundador de las líneas aéreas Iberia y personaje clave en el reinado de Alfonso XIII, optó por ser uno de los proveedores de la Marina española, por lo que compró unos astilleros en Cádiz, donde construyó el submarino E1, que finalmente le llevó a la ruina con la llegada de la II República. Echevarrieta fue el propietario del jardín botánico La Concepción, que se vendió hace 30 años al Ayuntamiento. En esta finca, el empresario mantuvo reuniones secretas con ingenieros y políticos alemanes y españoles.