La Casa del Rey y el Gobierno de nuestro país consideraron ayer que el tiempo que el Rey iba a estar sedado por su intervención quirúrgica no le va a impedir el ejercicio normal de sus funciones, informó un portavoz de Zarzuela. Esa circunstancia hizo que se desestimara adoptar cualquier medida prevista por la Constitución para una eventual inhabilitación del Jefe del Estado.

Como es preceptivo en estos casos, la Casa del Rey mantuvo informados de la intervención quirúrgica a la que había de someterse don Juan Carlos al Jefe del Gobierno, al Presidente del Congreso, al líder de la oposición, Mariano Rajoy, y al presidente de la Generalitat de Cataluña, ya que la operación quirúrgica tuvo lugar en Barcelona.

La Constitución. El artículo 59 de la Constitución, en su punto segundo, establece que el Príncipe heredero asumirá la Regencia "si el Rey se inhabilitare para el ejercicio de su autoridad y la imposibilidad fuere reconocida por las Cortes Generales". Nuestra Carta Magna no contempla la posibilidad de que el Rey pueda estar impedido de sus funciones temporalmente, que ésta no sea necesariamente una invalidez más prolongada. Algunos catedráticos constitucionalistas, que ´denuncian´ la inexistencia de una Ley de la Corona en los 32 años de la España democrática, afirman que esta cuestión debería ser regulada con prontitud; la Constitución lo prevé pero se necesita que las Cortes lo ´formalicen´. Lo cierto es que Don Juan Carlos tiene 72 años y la evolución de su salud obliga a que se piense en todas las posibilidades hasta ahora no normadas. De momento, la Casa del Rey ha anulado dos actividades que estaban en la agenda de Don Juan Carlos de esta semana, la entrega de cartas credenciales de nuevos embajadores que iba a mantener el jueves, y la visita a una unidad de Infantería de Marina en Cartagena prevista para el miércoles.

El Príncipe. El tipo de intervención a la que se sometió el Rey permitió que el Príncipe de Asturias mantuviera su prevista asistencia a la toma de posesión de la nueva presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla. Una decisión, según la Casa del Rey, que es una muestra de normalidad de la situación y "la expresión de la importancia que el Príncipe otorga al cumplimiento de sus compromisos". Coincide esto con la renovación de las fotos oficiales de los Príncipes de Asturias y el ascenso de Don Felipe a Teniente Coronel de los Ejércitos de Tierra y del Aire y a Capitán de Fragata de la Armada. Poco a poco, como mandan los cánones de las casas reales, el heredero va ganando peso específico y simbólico.