Hace ya unos años, Marianne Faithfull pisó las tablas del Teatro Cervantes ante un patio de butacas medio vacío –no se despachó ni un centenar de tickets–. Exiguo recibimiento dispensado a una de las divas de la canción, una musa de los ´sixties´ más transgresores y que, pese a atesorar una obra propia jugosa y digna de análisis, pasará a la historia por sus devaneos con el lado salvaje del rock n´ roll y sus filiaciones amorosas con miembros de The Rolling Stones. Sin embargo, tal y como informa la propia artista en su página web oficial, la Faithfull regresará al mismo recinto malagueño el próximo 10 de julio, dentro de la programación del ciclo estival Terral, para ofrecer lo que ella denomina una "velada íntima".

La cantante de ´As tears go by´ vendrá acompañada exclusivamente por el magnífico guitarrista Doug Pettibone –sus seis cuerdas han sido contratadas por, entre muchos otros, Mark Knopfler, Joan Baez, Jewel, Tracy Chapman y Lucinda Williams– para repasar el extensísimo repertorio de la cantante que, probablemente, mejor haya envejecido artísticamente de su generación. Porque, ¿qué si no podría decirse de una mujer que, en edad de jubilación, ha colaborado con Metallica, Jarvis Cocker y Rufus Wainwright y ha entonado himnos ´indies´ de Morrissey, Espers y Bonnie ´Prince´ Billie, también entre muchos otros? Además, su más reciente disco, ´Easy come easy go´, lanzado en 2008, es uno de sus mejores trabajos, lo que prueba sus ansias de canción y escenario. Esperemos, por tanto, que el Cervantes esta vez sí se llene como debiera para rendirse ante los pies de la mujer que una vez dijo: "Quizás lo único bueno que puedas esperar de una relación que termina mal es que te permita salir de ella con un puñado de grandes cancones". Ella las tiene, y de sobra.