El pasado sábado, Málaga vivió la gran fiesta de la cultura a través de la tercera edición de la Noche en Blanco, una cita destinada a acercar a los ciudadanos las distintas manifestaciones artísticas que posee y se desarrollan en la ciudad. Cientos de artistas locales, muchos de ellos estudiantes, se implicaron esta celebración mostrando sus diversas propuestas. Pero uno de ellos, Samuel García Sánchez, fue protagonista de un extraño episodio que acabó con la destrucción de su obra por parte de la Policía Local y los operarios de retirada de basura.

García Sánchez, estudiante de segundo curso en la Facultad de Bellas Artes, era el coordinador de las escenografías que los alumnos de dicho centro prepararon para la Noche en Blanco en la plaza de la Merced. Entre las obras expuestas se encontraba Don´t use condom, un lienzo mural de más de cinco metros que mostraba a un párroco levantándose sutilmente la sotana frente a un niño. Samuel, autor de dicho cuadro –que estuvo colocado durante toda la mañana del sábado en la verja del obelisco a Torrijos– decidió trasladar su creación a la puerta de la Catedral. A los pocos minutos, apareció una pareja de policías que retiró el cuadro. Hasta este punto, todo podría ser comprensible, ya que el artista no contaba con autorización para exponer su obra en dicho emplazamiento. Pero la cosa fue a más. "Los agentes se apropiaron del lienzo. Lo tiraron al suelo, intentaron destrozarlo y lo pisotearon con su coche. Acto seguido, llamaron a los servicios de basura, que rompieron el cuadro y se lo llevaron en su vehículo", declara García Sánchez, a quien le sorprendió cómo los agentes ejecutaron la aniquilación de su trabajo sin ningún miramiento y sin darle la oportunidad de llevárselo a casa: "Es como si dejas el coche en doble fila y, en vez de llamar a la grúa, llaman a una apisonadora", sostiene García Sánchez .

Don´t use condom es una crítica a propósito de los escándalos de pederastia que en los últimos meses sacuden al Vaticano, algo que Samuel entiende "como una realidad social": "Es algo que está ocurriendo. Es real, no lo he inventado yo para provocar. Que me hiciesen retirar la obra era algo que esperaba, pero nunca que llegaran a tanto". El joven creador lamenta cómo en su ciudad, que aspira a ser Capital Cultural Europea en 2016, el arte que molesta acaba siendo censurado y, lo que es peor, destruido.