El titular del juzgado de lo Mercantil número 3 de Valencia ha dado la razón a un pub del municipio valenciano de Burjassot frente a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) al considerar que la música que ponía no era de su repertorio, sino obras copyleft, composiciones desconocidas que se descargan en Internet.

Según recoge la sentencia, la SGAE denunció al pub Angelus, ubicado en Burjassot, al que le reclamaba más de 2.000 euros por usar -mediante un aparato musical conectado a altavoces- en el establecimiento obras musicales y/o audiovisuales gestionadas por la entidad.

Al respecto, tanto el demandado, representado por el letrado Juan Antonio Toledo, como un testigo que trabajaba desde hacía un año poniendo música en el local, declararon que en la televisión se visualizaban vídeos de ONO o Canal Pacha MTV. En cuanto a la música, indicaron que se trataba de música ambiental, obtenida de dos maneras. La primera, música compuesta por el propio testigo; la segunda, a través del ordenador bajadas de Internet, que se pasan a cedés, de autores no vinculados a la SGAE. Es decir, lo que se llama música libre, obtenida de un canal de distribución de la Red y la existencia de licencias libres.

Ante estos argumentos, el juez se remite a la jurisprudencia, que contempla que en los últimos tiempos está alcanzando en España cierto auge de un movimiento denominado música libre, muy relacionado con la expansión de internet como medio de distribución musical. Así, de un modelo de difusión de los contenidos musicales limitado a la venta y al alquiler de ejemplares, controlado por la industria de contenidos, se ha pasado a un modelo casi ilimitado, gracias a la difusión global que proporciona Internet.En este ámbito, los propios creadores, sin intermediación de la industria, pueden poner a disposición de los usuarios de la Red copias digitales de sus obras.

Modelo

Este modelo, según recoge el propio magistrado, ha originado la coexistencia de diferentes modelos de difusión de contenidos. Una, el tradicional, basado en la protección de la copia 'copyright', que busca una restricción del acceso y uso del contenido 'on line'; y otro, el modelo que proporciona acceso libre 'on line' a los contenidos, permitiéndose en ocasiones el uso personal de los mismos y, en otros, la difusión libre de la obra, su transformación e, incluso, su explotación económica, con la única condición de citar a la fuente.