Las excavaciones que se acometen en el entorno del Dolmen de Menga han arrojado nuevos datos que reflejan la existencia de un poblado previo a su construcción, en la Edad del Cobre.

Estructuras excavadas en roca, molinos de mano, fragmentos de vasijas cerámicas empleadas por su composición para la cocina y hasta algún grano de un cereal carbonizado han sido localizados en la franja excavada entre los túmulos de Menga y Viera, en la localidad de Antequera.

Se trata de un asentamiento previo a Menga en el que se han detectado usos domésticos, según explicó el director de la excavación, Francisco Carrión, que resaltó que este tipo de manifestaciones arqueológicas son muy típicas de los poblados de la Edad del Cobre. También hay indicios de que estos antiguos pobladores pudieron cambiar de ubicación hacia otros lugares, ya que "básicamente en dos o tres sectores de excavación están presentes estos utensilios del ámbito doméstico", añadió el citado experto.

En una primera fosa se encontraron restos de madera carbonizada, cuyas muestras han sido remitidas a laboratorios de Suecia y Estados Unidos para datarlas. Estos hallazgos demuestran que lo que se esconde puede ser aún de mayores proporciones, sin olvidar la gran importancia que ya de por sí tienen estos espacios fúnebres.

Imágenes aéreas. Según Carrión, el estudio de las fotografías aéreas realizadas sobre la zona, tras ser tratadas en varios programas de gestión de imágenes, reflejan la existencia de estructuras circulares excavadas en roca y muy parecidas a las familiares, es decir, se trataría de unidades domésticas en las que se vivía.

Aunque no son muchas las estructuras detectadas, se puede apreciar la existencia de una de gran importancia entre los túmulos de Menga y Viera, justo cerca del corte realizado entre ambos monumentos, lo que permite hablar tanto de un uso doméstico de este lugar como de uno funerario, además de otros aún por determinar.

Respecto a los trabajos del proyecto de intervención previsto para el túmulo de Menga, se centran en tres actuaciones, la primera prevé dos cortes en el exterior de este dolmen, uno concretamente en la unión de su túmulo con el de Viera, que ha sido el que ha permitido detectar este asentamiento humano. EFE. Antequera