Un jurado popular juzga a partir de hoy a dos jóvenes, de nacionalidad colombiana, a los que la Fiscalía de Málaga acusa de matar a un hombre en una pelea ocurrida en la puerta de una discoteca de Ronda. La acusación pública solicita una pena de 14 años para cada uno de los procesados.

Los hechos sucedieron el 18 de diciembre de 2005 cuando, según el escrito inicial de acusación del fiscal, un grupo de amigos, entre ellos la víctima, fueron a una discoteca ubicada en la plaza Carmen Abela de la localidad malagueña, donde estuvieron varias horas.

Sobre las 05.00 horas de esa madrugada, se les vio discutir con los dos acusados, que también estaban en el local y que dijeron a los tres amigos que salieran fuera. Cuando los cinco estaban en la calle, sigue el relato de la acusación pública, comenzaron de nuevo a pelearse y agredirse durante unos minutos.

A continuación, los acusados, entonces con 20 y 21 años de edad, se marcharon del lugar y se fueron a casa, donde se cambiaron de chaqueta para "poder ocultar varios cuchillos de cocina"; mientras que el otro grupo continuó en la puerta de la discoteca, ya que no les dejaban entrar a por sus abrigos, tan sólo uno pudo acceder para recogerlos.

Justo en ese instante, llegaron los dos acusados "con la intención de producir la muerte" a alguna de las personas con la que se habían peleado, por lo que se acercaron "con actitud desafiante", diciéndoles "venid, venid", llamando a uno de los jóvenes con la frase: "ven para acá, amiguito".

Éste se acercó al acusado, que en ese momento sacó la mano del bolsillo derecho y le esgrimió uno de los cuchillos. A continuación, el mismo procesado se dirigió a la víctima y, "valiéndose no sólo del cuchillo que anteriormente había utilizado sino de otro que llevaba escondido, comenzó a darle puñaladas".

Puñaladas. Se lo clavó, según dice el ministerio público en sus conclusiones provisionales, en distintas partes del cuerpo, lo que le ocasionó la muerte. Así, la víctima, de 35 años de edad, presentaba varias heridas que afectaron en profundidad al pulmón derecho, al hígado y al bazo, todas éstas mortales.

Mientras, el otro acusado sacó uno de los cuchillos que llevaba y "se dedicó a pelearse con las otras personas que acompañaban a la víctima", por lo que eliminó la posibilidad de que estos pudieran acudir en su auxilio y de ese modo "frustrasen la idea de ambos acusados de causarle la muerte".

Para el fiscal, los hechos constituyen un delito de homicidio, del que acusa a los dos procesados como autores por su participación "material, directa y dolosa" en la muerte del hombre, solicitando, además de la pena de prisión, una indemnización de 60.000 euros para los familiares.