La falta de acuerdo sobre unas certificaciones de obra entre Aldesa, la empresa concesionaria del enlace Alameda-Barriguilla, y una de sus subcontratas, Obyextran, ha ralentizado el ritmo de los trabajos al detener los movimientos de tierras durante una semana. Este enlace, que incluye la nueva entrada a Málaga y las conexiones con Teatinos, la Autovía del Guadalhorce y la ronda Oeste, tiene que estar terminado antes de final de año, según las previsiones que hizo el Ministerio de Fomento el pasado febrero.

El conflicto empresarial surgió hace tres meses, cuando comenzaron los desacuerdos sobre las certificaciones presentadas por Obyextran a Aldesa. La concesionaria no aceptaba los documentos de la subcontrata y suspendió los pagos. El último abono se hizo a finales de abril, y desde entonces Obyextran ha seguido trabajando hasta hace quince días, cuando sus dirigentes decidieron parar y reclamar los 400.000 euros que aseguran que se les adeuda.

Aldesa decidió entonces subcontratar el servicio a otra empresa, ID13, que empezó a trabajar hace una semana, con lo que los movimientos de tierra y las compactaciones han estado suspendidos unos siete días. Un directivo de Obyextran, Manuel Molina, declaró ayer a este periódico que todas las certificaciones presentadas están en regla y que tiene previsto demandar tanto a Aldesa como a Fomento, cosa que hará la próxima semana. Además, denuncia que esta situación podría obligarle a presentar suspensión de pagos a la treintena de empleados que tiene, con lo que no descarta protestas más visibles para intentar cobrar el montante económico citado.

Molina añadió que el director de la obra de Fomento, José Antonio Domingo, le iba a atender esta semana para tratar de solucionar el contencioso, pero a última hora de ayer aún no se había puesto en contacto con él, según afirmó.

Por su parte, un representante de Aldesa señaló que la empresa ha decidido rescindir el contrato a Obyextran por el desacuerdo en las certificaciones -aunque Molina no ha recibido notificación alguna-, reconoció la deuda existente por los meses de mayo, junio y julio y garantizó que el plazo de entrega de la obra del enlace -antes de final de este año- no corre peligro.