Las matriculaciones de vehículos el pasado mes de junio se desplomaron en Málaga un 36%. La crisis económica disminuye la confianza de los consumidores. Cambia de coche quien no tiene más remedio. Los otros, optan por aguantar y esperar a que lleguen tiempos mejores... o por coger el autobús, que tal y como está el precio de los combustibles resulta más barato y ecológico. Los que finalmente se deciden por ir al concesionario, se encuentran con un nuevo muro que resulta infranqueable: los bancos deniegan ya la mitad de los créditos que se solicitan para financiar la compra del vehículo.

Las entidades bancarias exigen sobregarantías a unos clientes con una capacidad de liquidez bajo mínimos y que tienen que hacer frente al pago de unas cuotas hipotecarias que no paran de subir, a los recibos de la luz, el agua o el teléfono cada vez más costosos o a la cesta de la compra, con productos de primera necesidad que parecen de lujo. Mientras, los sueldos o están congelados o, ni de lejos, crecen al mismo ritmo que los precios.

Del mismo modo, hay que tener en cuenta la propia escasez de liquidez de las propias entidades financieras, que hacen que presten menos dinero y, si lo hacen, lo prestan más caro, explicó Ángel Yagüe, auditor de la consultoría malagueña Reding Consulting.

Yagüe considera que la compra de un coche es una de las decisiones más importantes que tiene que adoptar la familia, después de la adquisición de una casa. "Y el clima de deterioro económico provoca una gran desconfianza entre los consumidores, pero también entre las empresas y los bancos. Es difícil llegar a fin de mes y tal y como está el panorama, se espera que las circunstancias sean aún más duras", relató.

Concesionarios. Los concesionarios son los segundos en sufrir esta situación de falta de liquidez de los consumidores. Ernesto Marín, director de Gálvez Motor, de Opel, asegura que han bajado las ventas en todos los canales de distribución, aunque fundamentalmente los particulares. Por ello, los concesionarios recurren a la matriculación de los automóviles que no venden y luego los ofertan más baratos, como seminuevos o como kilómetro cero, para darles salida y cumplir así los objetivos marcados por las fábricas. "Pero esto no sirve más que para maquillar el número de matriculaciones", reconoce Marín, porque las ventas a través de este canal de vehículos de ocasión también han experimentado un importante frenazo.

En cualquier caso, casi la mitad de las matriculaciones que cada mes se efectúan en Málaga, el 45% en concreto, señala Ernesto Marín, se realizan a vehículos para ser vendidos como kilómetro cero. "Pero en zonas como la Carretera de Cádiz, con un gran concentración de concesionarios de todas las marcas, ya hay un ´stock´ de vehículos muy superior al que se puede vender en realidad", añade el director de Gálvez Motor.

En cualquier caso, la matriculación masiva de vehículos para ser ofertados como kilómetro cero tiene un importante riesgo: la diferencia de precio entre el coche nuevo y el seminuevo es cada vez más pequeña y no merece la pena renunciar a estrenar un coche. "Las campañas promocionales de las marcas son cada vez más agresivas, para intentar recuperar su cuota de mercado y realizan ofertas muy atractivas, por lo que los automóviles nuevos casi cuestan lo mismo que los matriculados al final del mes anterior y expuestos como kilómetro cero", concluye.

El imperio del utilitario

Ford, Peugeot y Seat siguen liderando el mercado de coches en Málaga. La marca de General Motors ha vendido, en lo que va de año, 8.067 coches; la segunda, 4.226 y la tercera, un total de 3.138 vehículo, según los datos facilitados por Anfac. Se imponen los utilitarios, más baratos, más pequeños, lo que garantizan mayor facilidad de aparcamiento, consumen menos y emiten menos dióxido de carbona a la atmósfera, por lo que el impuesto de matriculación se reduce.

Los malagueños adquieren, mayoritariamente, vehículos de gama media o media-baja. Los cinco modelos más vendidos responden a estas características: Ford Focus, Peugeot 207, Ford Fiesta, Peugeot 308 y Opel Corsa. Le siguen el Seat León (quizás el más deportivo de la clasificación), Seat Ibiza, Volkswagen Golf, Volkswagen Polo y Kia Picanto (la marca coreana irrumpe con cierta fuerza en el mercado malagueño y en lo que va de año ha vendido 1.474 unidades de sus distintos modelos en la provincia).

Los conductores malagueños, sin embargo, continúan confiando en las grandes firmas, con una gran inserción en toda la península y las islas, donde se mantiene el mismo ´ranking´ que en Málaga (Ford ha vendido en todo el territorio nacional 70.012 vehículos; Peugeot 65.767 y Seat 62.781). Pero llama la atención cómo las francesas Renault y Citroën gozan de una mayor implantación en España que en Málaga. Así, la primera ha vendido 63.003 coches en el primer semestre de 2008 en todo el país (1.373 en Málaga), lo que representa el 8,9% de las ventas nacionales (sólo el 4% en la provincia); y la segunda ha matriculado 62.790 coches en España (el 8,9%) y en Málaga 1.564 (4,5%). Las marcas europeas se imponen, a excepción de la norteamericana Ford, aunque son cada vez más numerosos los vehículos asiáticos (ya no sólo Kia, también Nissan, Toyota o Hyundai).

Coches de lujo. A pesar de esta situación, no es nada desdeñable las ventas de vehículos de lujo en la provincia de Málaga, fundamentalmente en los concesionarios de la Costa del Sol. Así, por ejemplo, en los primeros seis meses de este año se han puesto en circulación en Málaga 28 automóviles Jaguar, cuatro Aston Martin, nueve Maserati, 46 Porsche e incluso diez Ferrari.

Del mismo modo, entre BMW, Mercedes Benz y Audi, consideradas marcas del sector ´premium´ han vendido en lo que va de año 2.402 vehículos.

El impuesto ´verde´. La aplicación de los nuevos tipos impositivos basados en las emisiones de CO2 ha penalizado de manera notable el mercado de los grandes monovolúmenes, un segmento con unas ventas consolidadas en el mercado español y que estaba en continuo crecimiento. Según Anfac, entre enero y junio se han vendido en toda España 86.739 monovolúmenes pequeños, un 26,3% menos que en el mismo periodo de 2007; y 10.107 monovolúmenes grandes, lo que significa que se han vendido menos de la mitad que hace un año. El problema es que hay familias numerosas que no tienen otra opción que comprarse un vehículo de siete plazas y se ven perjudicados por el nuevo impuesto.