A pesar de las elevadas cifras de paro y de la ralentización del ritmo de trabajo, la construcción aún no ha vivido la parte más severa de la crisis, que podría manifestarse después del verano. Según las previsiones del Círculo de Empresas de la Construcción, Consultoría y Obra Pública (Ceacop), la situación cobrará tintes dramáticos a partir del próximo otoño, en el que, si no se aportan soluciones, habrá un riesgo "muy alto" de que se reproduzcan cierres como el de la inmobiliaria Martinsa-Fadesa.

La organización, que celebró ayer una asamblea para abordar el problema, insistió en que la falta de financiación podría poner en jaque a las grandes empresas y se refirió las alarmantes cifras de la actualidad, que recogen una tasa de paro cercana al treinta por ciento en el sector. Una coyuntura que ya ha estragado a las empresas más débiles, que desaparecen a un ritmo de entre quince y treinta por mensualidad. Por el momento, las más afectadas han sido las más modestas, pero el problema podría extenderse a las grandes firmas en apenas unos meses.

De acuerdo con Ignacio Díaz, secretario general de Ceacop, las grandes corporaciones están empezando a padecer la falta de flexibilidad crediticia, especialmente en lo que respecta al cobro de pagarés rubricados por otras empresas o, incluso, por corporaciones municipales. "Hay empresas que tienen veinte millones en pagarés y no los pueden canjear porque los bancos no se fían del que se los firma", reseñó.

Díaz también se quejó de la actitud de las administraciones y censuró la lentitud en la aprobación de los planeamientos urbanísticos, circunstancia que junto a los contenciosos de algunos ayuntamientos con la Junta de Andalucía, ha derivado en la "paralización" de un gran número de proyectos. En este sentido, instó a las instituciones a establecer un gran pacto con las sociedades financieras para lograr un diapasón más amplio en el tratamiento de las constructoras.

El portavoz de Ceacop aludió asimismo al retraso en la ejecución de algunos proyectos como las obras hidráulicas, que ha provocado, en su opinión, la retirada de varias partidas de los fondos FEDER.

En cuanto a las consecuencias de la crisis en el mercado de la vivienda, Díaz refutó los cantos de sirena que apuntan a una caída pavorosa de los precios en los próximos meses. "Los pisos no se van a regalar", pontificó. No obstante, mostró su conformidad en rebajar la cuantía de los apartamentos de turismo residencial para generar confianza en la inversión extranjera.

El representante de la patronal incitó a las administraciones a buscar soluciones a la crisis y propuso un pacto de Estado entre el Gobierno y la oposición, además de reclamar una mayor transparencia en la obra pública.Un aspecto en el que, dice Díaz, la provincia no se encuadra precisamente en paradigma de lo correcto. "Sólo el 15 por ciento de los ayuntamientos de Málaga publican en boletines oficiales la adjudicación de proyectos, cosa que tampoco hace la Diputación", puntualizó Ignacio Díaz.

El secretario de la organización denunció asimismo que el ochenta por ciento de los proyectos públicos de la Junta se concede a empreas de fuera de la región.