La jefa de la oficina del CTA o Centro Técnico de Cooperación Agrícola y Rural de la Unión Europea, Isolina Boto, aseguró ayer en los Cursos de Verano de la UMA en Ronda que el continente más afectado por la coyuntura económica mundial será esencialmente África, donde la crisis alimentaria será "terrible".

Boto centró su conferencia, enmarcada dentro del curso ´Europa y la ayuda al desarrollo´, en los principales desafíos de la cooperación para el desarrollo con los países de África, el Caribe y el Pacífico. Estos países tienen un acuerdo con la Unión Europea de cooperación en todos los sectores, un marco único que existe desde hace más de 40 años y que cubre a los países más pobres. La labor de Isolina Boto se centra en la cooperación agrícola y rural.

Corrupción y ayudas. Respecto al tema de la corrupción que existe en los países subdesarrollados, Boto afirmó que especialmente es en África donde hay "un mayor problema de corrupción o gobernanza", pero es un asunto complejo: "Es una cuestión de los estados africanos", señaló la jefa de la Oficina del Centro Técnico de Cooperación Agrícola y Rural, "pero también nuestro porque ayudamos a países en los que sabemos que la gobernabilidad no es óptima".

Así, Boto destacó algunos casos complejos, como puede ser el de Cuba, pero también dejó muy claro: "Debemos darles ayuda porque la sociedad civil no es la culpable de los gobiernos que tienen, no son elecciones libres ni estados democráticos y no podemos dejar de ayudar a un país porque sea una dictadura".

Como especializada en el tema agrícola, la experta de la UE reiteró que la crisis alimentaria que ya ha comenzado "va a afectar especialmente a los países de África". Cree que algunos de ellos saldrán bien parados gracias a ser exportadores de cereales, pero en general vaticina que en el mercado africano "va a haber consecuencias terribles".

0,7%. Los presupuestos de ayuda al comercio de estos países dependen de los estados miembros de la UE. La ayuda es de 2.000 millones pero pone la mitad la Comisión Europea, que ya ha cumplido, y la otra mitad los estados miembros, que aún no. La contribución es voluntaria pero ha disminuido en los últimos años porque, aunque se hagan declaraciones como la lucha por la pobreza o los objetivos del milenio, "la realidad es que ahora mismo hay otras prioridades y ése es el problema". España puede presumir de haber aumentado recientemente su aportación, no así Francia, que la ha disminuido.

Respecto al 0,7%, por el momento Boto cree que no se está cumpliendo y concluye: "No sé si cumplirá con los plazos pero es una decisión política".