El proyecto para construir dos bloques de viviendas en el palacete de Villa Fernanda, en el Limonar, tiene desde ayer vía libre. Ayer se cumplió el plazo de tres meses que marca la ley para aprobar el estudio de detalle que la Gerencia de Urbanismo tramita para este conjunto, sin que durante este tiempo ninguna entidad pública o privada haya pujado por su compra.

El equipo de gobierno, junto con los grupos de la oposición, acordó en marzo pasado apurar hasta el máximo el plazo legal de tres meses que marca la LOUA (Ley de Ordenación Urbana de Andalucía) antes de aprobar definitivamente el estudio de detalle. El objetivo era que durante esos tres meses el Ayuntamiento y los grupos municipales buscasen un comprador para Villa Fernanda para, de esta forma, evitar así la construcción de dos bloques de viviendas junto a los edificios históricos.

En un segundo acuerdo tomado en el pleno del mes de mayo se instaba a la Junta de Andalucía y al Gobierno central para que, junto al Ayuntamiento, asumieran la financiación de la compra de la finca, que Urbanismo ha valorado en 20 millones de euros.

El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, requirió a la Junta de Andalucía para que estudiara la posibilidad de instalar alguna dependencia autonómica en este inmueble, como el Tribunal de Defensa de la Competencia de Andalucía, el Consejo Económico y Social o la propia Cámara de Cuentas.

Sin embargo, pasados los tres meses que marca la ley, ninguna entidad ni publica ni privada ha llegado ni siquiera a interesarse por el inmueble, tal como confirmó ayer el edil de Urbanismo Manuel Díaz.

Por ello, cumplidos todos los trámites y plazos legales la propiedad del inmueble requerirá ahora a la Gerencia de Urbanismo para que el Ayuntamiento apruebe de manera definitiva el estudio de detalle que permitirá la construcción de los dos bloques.

El Ayuntamiento está obligado a conceder la aprobación del citado estudio de detalle por lo que la propiedad de Villa Fernanda podrá continuar con el resto de trámites.

Villa Fernanda es un conjunto de tres edificios históricos levantados a principios del siglo XX, uno de ellos de estilo regionalista y los otros dos más racionalistas. Los tres tienen protección arquitectónica de grado uno. La finca cuenta con un jardín catalogado, de estilo francés que contiene 136 ejemplares de 26 especies distintas, ornamentado con estaturas y fuentes.

Sus actuales propietarios, de acuerdo con la ley y el PGOU, proyectan la rehabilitación de los inmuebles ademas de la construcción de dos bloques de viviendas de tres plantas; uno de ellos se levantaría en la zona que ahora ocupa la pista de tenis y el segundo sobre lo que ahora es el césped de la piscina.