La participación ciudadana y el uso de energías renovables son los dos grandes desafíos de los municipios que integran el programa Ciudad 21, según se desprende de los exámenes locales sobre salud ambiental, que han detectado un índice demasiado bajo en ambos parámetros.

De acuerdo con Juan Alcover, responsable provincial del proyecto, se trata de los aspectos menos trabajados en las localidades, donde también se han registrado deficiencias en el ámbito de la movilidad urbana.

Los diagnósticos, elaborados como primer requisito de incorporación a la iniciativa, recogen carencias comunes en el campo de la participación, que, sostiene Alcover, no goza de muy buena salud en las políticas municipales. "No existen apenas foros de participación en los que estén representados los vecinos y las distintas asociaciones", puntualiza el experto.

Lo mismo se puede decir del empleo de las energías alternativas y la sustitución de sistemas de consumo excesivo y contaminante. Un problema que concentra buena parte de los proyectos financiados por el programa, que se ha ocupado de actividades como el remplazo de luminarias inadecuadas y el desarrollo de guías de ahorro energético.

En cuanto a la movilidad y el uso del transporte público, los errores también son muy frecuentes y se pliegan, fundamentalmente, al uso excesivo de vehículos privados, que lejos de mitigarse, ha experimentado un aumento en los últimos quince años.

Alcover recuerda que los ayuntamientos incorporados al programa disponen de la posibilidad de consultar a los responsables del programa, que han habilitado un teléfono y un sitio web para mejorar y resolver las dudas que pudieran suscitarse entre los técnicos de los diferentes equipos municipales. Además, existen talleres de formación dirigidos a los profesionales encargados de articular las propuestas recogidas en la Agenda 21.

A pesar de las carencias reflejadas en los distintos diagnósticos municipales, Alcover se muestra convencido de la eficacia del programa, que aspira a alzarse en la metodología esencial para aumentar el bienestar de la población y reducir el impacto del hombre en el medio ambiente. "En la última convocatoria se han adherido catorce municipios de los quince que, por sus dimensiones, podían hacerlo. Esto demuestra el interés por el proyecto", destaca. Entre los pueblos inscritos en la iniciativa, figuran Málaga, Fuengirola, Marbella, Alhaurín de la Torre, Antequera, Villanueva del Trabuco y Casares, entre otros.