La Policía Nacional ha desarticulado una activa red de narcotraficantes que se dedicaba a captar en Málaga a personas sin recursos económicos a las que prometían grandes sumas de dinero a cambio de que viajaran a Brasil y trajeran de vuelta importantes cantidades de droga. Son los denominados ´correos´, aunque en esta ocasión no les pedían que se introdujeran la droga en su organismo, como ocurre con otras bandas.

La operación, desarrollada por la Udyco Costa del Sol, culminó el pasado martes con la detención de los supuestos jefes de la organización, ubicados en Fuenlabrada (Madrid). En total han sido arrestadas diez personas y se han intervenido más de 24 kilos de cocaína que los detenidos transportaban en sus equipajes, según ha podido saber La Opinión de Málaga.

Aeropuertos. La investigación sobre la actividad de esta banda se inició el pasado abril. La policía comenzó a relacionar varias detenciones en aeropuertos españoles y brasileños de ciudadanos malagueños que transportaban grandes cantidades de droga -a algunos le intervinieron hasta diez kilos- en sus equipajes. Los investigadores fueron atando cabos y todos los extremos les condujeron hacia el malagueño Marcos T. L., de 28 años y el nigeriano Chuks M., de 38, ambos ubicados en Málaga.

Su función dentro de la red delictiva era la de conseguir recursos humanos para los fines delictivos de la banda. Buscaban en el albergue municipal o en los alrededores y en los comedores sociales de la capital, donde sabían que podían encontrar a personas necesitadas económicamente a los que no les costaría mucho convencer, indicaron fuentes cercanas a la investigación.

Una vez reclutados, prometían a sus futuros cómplices recompensas de 5.000 euros si cumplían el objetivo. Éste no era otro que viajar a Brasil, contactar con los enlaces del país sudamericano, recoger la droga y traerla hasta España. El viaje, por supuesto, corría a cuenta de los ´narcotraficantes´.

Fronteras. Normalmente estas personas, ávidas de ingresos, accedían y seguían las indicaciones de los ahora detenidos. Algunos conseguían pasar las fronteras aeroportuarias y, por tanto, cumplir lo pactado. Pero eso no era suficiente para conseguir el dinero. Los traficantes lo tenían todo controlado y, una vez que habían conseguido buenos ´correos´ no los soltaban tan fácilmente.

Lo que hacían, explicaron las mismas fuentes, era pagarles una parte y ampliar la promesa a un segundo viaje. Dos por el precio de uno (y siempre que no los pillaran antes la policía).

Porque los agentes ya estaban detrás del grupo, lo que permitió interceptar a tres de estos ´correos´, todos malagueños, en diferentes aeropuertos españoles. Concretamente arrestaron a Miguel B. H., de 36 años, con 2 kilos de cocaína ocultos en su equipaje cuando aterrizó en el aeropuerto de Tenerife; en Barajas (Madrid) localizaron a Gabriel José M. S., de 48 años, con seis kilos de la misma droga y a Rubén L. B., de 25, lo detuvieron en el aeropuerto sevillano, con 6,5 kilos de cocaína.

El último viaje organizado por la banda también fue interrumpido por los investigadores policiales, que ordenaron la detención en el país carioca de Lourdes C. S., de 37 años, y José Carlos V. R., de 27, también de Málaga. Ambos fueron interceptados en el momento en el que iban a embarcar en un vuelo de regreso a España. Llevaban diez kilogramos de cocaína en sus maletas, informaron fuentes policiales.

Desarticulada. La operación culminó el pasado martes cuando se capturó en Málaga a Marcos y a Chuks y a los tres líderes del grupo, asentados en el municipio madrileño de Fuenlabrada, dos de nacionalidad nigeriana (Ch. S. E. y Robson O.) y un camerunés, identificado como A. I. Con estos arrestos, la policía da por desarticulada la banda delictiva.