El Palacio de la Aduana, si no hay más inconvenientes, estará listo para albergar el Museo de Málaga en tres años. La fase de obras de este importante equipamiento cultural ha comenzado con la colocación del cartel que ya luce en uno de los laterales del inmueble con los detalles del proyecto y la llegada de los primeros andamios.

La obra se iniciará la próxima semana, según confirmó a este diario el delegado de Cultura en Málaga de la Junta de Andalucía, Francisco López.

Atrás quedan años de manifestaciones ciudadanas, de polémicas sobre su futura ubicación, de declaraciones cruzadas entre administraciones... El inicio de los trabajos, en este caso más que nunca, es toda una inyección de moral para la ciudadanía, cuando apenas ya si se recuerdan aquellas movilizaciones con miles de manifestantes realizando siempre un mismo recorrido que desembocaba en la Aduana.

El asunto quedó finalmente desbloqueado en septiembre de 2005, cuando un convenio a varias bandas entre diversos departamentos de la Junta y el Gobierno central permitió que la Subdelegación del Gobierno se trasladara al remozado edificio de La Caleta. Como medida simbólica de apoyo al futuro museo, el actual subdelegado, Hilario López Luna, nunca residió en la Aduana.

La actuación cuyas obras se están preparando, se realizará en el exterior e interior del edificio. En el primer piso, se expondrán los fondos del Museo de Bellas Artes y en el segundo, los del Arqueológico. Para tal fin se trabajará en estas plantas para crear grandes salas diáfanas. El sótano se usará para los accesos de infraestructura y la logística del museo y, el tercer piso, de acceso restringido, se empleará para el estudio, el trabajo interno, la investigación en la biblioteca y los diferentes talleres que se pondrán en marcha.

La última planta será la gran seña de identidad del museo, pues estará bajo la nueva cubierta. Los arquitectos recuperarán el antiguo tejado a dos aguas que se quemó en un incendio en 1922, recordó López.

Las obras fueron adjudicadas por 23,6 millones de euros. Los arquitectos son Fernando Pardo Calvo, Bernardo García Tapia y Ángel Pérez Mora. La empresa adjudicataria es Sacyr y el plazo de fin de obra se establece en 36 meses.

A partir de agosto de 2011 comenzará por tanto la instalación de las dos muestras que componen el Museo de Málaga, que debería abrir sus puertas en el primer semestre de 2012. López recordó que el espacio y la obra es competencia del Gobierno de la nación, mientras que de la Junta de Andalucía dependerá la gestión del espacio. "Es un proyecto que nos ilusiona a todos los malagueños", declaró.