Mario Otero (Pontevedra, 1966) dirige el Aeropuerto de Málaga desde 2002 después de su paso por los de La Coruña y Barajas. Asiste en primera persona a la conversión del recinto gracias al ambicioso Plan Málaga, que define como la obra "más difícil de la historia de Aena". Admite que el AVE ha perjudicado al tráfico aéreo nacional, pero menos de lo previsto en un principio.

-El Aeropuerto mejora sus cifras de pasajeros año tras año y ha rebasado los 13,5 millones de viajeros, pero ¿se puede ver frenada esta progresión por la crisis?

-No sé si se puede achacar a la crisis, pero sí es cierto que en junio el tráfico ha bajado respecto al mismo mes de 2007. En concreto decreció el nacional, porque el internacional ha subido. El AVE a Madrid tiene mucho que ver.

-¿Qué tal ha ido el primer semestre de 2008?

-La valoración es distinta en función de los mercados que se analicen. Si quitamos el efecto del AVE, el nacional no habría caído. El británico ha subido un 1,3%, el irlandés un 7%, el noruego un 21%, el rumano un 51% o el ruso un 29%. El nacional, sin embargo, ha bajado un 11% en los seis primeros meses, y el alemán un 2%.

-¿Cuál es el ritmo de las obras del Plan Málaga? ¿Cumplen plazos?

-Sí se cumplen. Las dos actuaciones ´estrella´ son la nueva terminal, que entrará en funcionamiento a lo largo de 2009 tras varios meses de pruebas, y la segunda pista, que se abrirá en 2010. Ya hay un equipo de Aena trabajando para garantizar el funcionamiento de las infraestructuras. No queremos que un esfuerzo de muchos años se venga abajo por mala planificación.

-Cuando estén terminadas, ¿qué capacidad tendrá el Aeropuerto? Se habla de 24 millones de pasajeros al año...

-Los cálculos técnicos no son de pasajeros al año, sino de capacidad de pasajeros a la hora. Y con las nuevas infraestructuras podremos gestionar unos 9.000. Si esto se traslada a un año salen más de treinta millones de pasajeros. En realidad los aeropuertos absorben más viajeros de los que en principio pueden; por ejemplo, el de Málaga está ahora preparado, teóricamente, para 4.500 a la hora, pero llega a 6.000.

-¿En qué estado está la construcción de la nueva terminal?

-La nueva terminal ya es visible desde la ciudad. Las obras van a un ritmo frenético y cumplen los plazos para que se abra en 2009.

-¿Cómo influirá la segunda pista en la gestión de los vuelos?

-Multiplicará nuestra capacidad por dos. Con la nueva pista de aterrizaje podremos controlar unas 72 operaciones aéreas a la hora y eso da para gestionar entre 30 y 35 millones de pasajeros al año. Suelo decir, bromeando, que con estos datos se saturará antes la Costa del Sol, por todos los turistas que podrán venir, que el Aeropuerto.

-¿Hará falta más personal para esa nueva etapa del Aeropuerto? ¿Puede ser una nueva fuente de empleo en esta época de crisis?

-Sí. Con las nuevas instalaciones, el incremento de operaciones y las compañías que vendrán se producirá un incremento, eso está claro. Pero será un proceso gradual. El Aeropuerto generará más riqueza y más empleo en toda la ciudad.

-¿Han recibido muchas críticas por las molestias que causan las obras? ¿Perjudican los trabajos al funcionamiento diario?

-No tengo constancia de que haya problemas. Desde que empezaron las obras ha habido permanentes negociaciones con taxistas, touroperadores... La colaboración siempre ha sido exquisita. En el aparcamiento sí hubo que habilitar alternativas y accesos y cortes, pero nunca ha habido problemas graves. Hay que tener en cuenta que este proyecto, el Plan Málaga, es el más difícil de la historia de Aena, porque conjuga una gran obra con un aeropuerto que gestiona más de 13 millones de pasajeros al año.

-El Aeropuerto es el cuarto de España tras Madrid, Barcelona y Palma. ¿Puede desbancar al recinto mallorquín y ocupar el tercer puesto, o es inalcanzable?

-Ahora la diferencia es muy favorable a Palma, pero con nuestra capacidad futura sí podríamos tener más pasajeros. Otra cosa es que las compañías aéreas quieran venir, porque es el mercado el que manda. Málaga tiene más potencial ya que aparte del turismo está el PTA y la industria, mientras que Palma sólo tiene turismo. Pero es el consumidor el que elige.

-Ha dicho antes que el AVE ha ´robado´ cuota al tráfico aéreo nacional. ¿Hasta qué punto?

-Hasta el mes de junio, un 17% de los pasajeros de la línea Málaga-Madrid se han pasado al AVE. Pero los estudios preliminares hablaban de un 30%, así que no es tanto como preveíamos. En cualquier caso, lo importante es que el viajero pueda decidir, que tenga alternativas.

-El proyecto de intermodalidad de Málaga prevé que el AVE quede conectado con el Aeropuerto. ¿Cómo se habilitará esta opción?

-Nuestra parte es hacer la futura estación intermodal bajo la nueva terminal y ahí hay espacio para seis vías. Dos serán para el Cercanías y cuatro para lo que se decida, ya sea metro o AVE. Pero eso depende del Ministerio de Fomento.

-¿De qué manera influiría el futuro aeropuerto de Antequera en el de Málaga capital? ¿Será una competencia o un complemento?

-No conozco su objetivo, pero creo que hablaban de trabajar con líneas de bajo coste, vuelos de carga y privados. En cualquier caso será un complemento, una opción más.

-El gran fallo del Aeropuerto ha sido siempre el acceso por carretera. Hay en marcha dos nuevas entradas, una por el sur y otra por el norte. ¿Qué desarrollo llevan?

-Ambas están adjudicadas y a punto de iniciarse. No se podría concebir una ampliación del Aeropuerto sin estos nuevos accesos.