La Policía Nacional y la Guardia Civil han desarticulado en una operación conjunta denominada ´Robokop´ a una peligrosa banda lituana dedicada al secuestro y la extorsión en la comunidad andaluza, además de al robo de viviendas, de vehículos y al tráfico de droga. Entre los detenidos, tres lituanos y un checo, se encuentra Mantas D., incluido en la lista de los diez más buscados de Lituania, que habría dirigido a la banda desde que a principios de 2004 iniciaran su actividad delictiva en España.

Ese año secuestraron en Marbella a un ciudadano británico al que trasladaron a Huércal Overa (Almería), donde lo tuvieron retenido durante diez días, hasta que la familia pagó un rescate de más de 500.000 euros.

La Udyco Costa del Sol inició entonces una investigación que permitió tres meses después la desarticulación del grupo organizado con el arresto de 18 personas en Málaga, Alicante y Almería. "Se desarticuló el núcleo central de la banda, pero la cabeza ejecutora consiguió huir y esconderse en Lituania", explicó ayer en rueda de prensa el jefe de la sección de Crimen Organizado, Julio Bujalance.

La policía lituana lo localizó y Mantas D., que entonces tan solo tenía 24 años, fue enviado a prisión. Sin embargo, por un fallo burocrático, quedó en libertad, momento que aprovechó para fugarse. El Ministerio del Interior lituano lo incluyó entonces en la lista de los diez fugitivos más buscados del país.

Reorganización. Tres años después, este hombre, "que aprovechaba su enorme corpulencia para intimidar a sus víctimas e incluso a los narcotraficantes con los que negociaba", reorganizó la banda y se establecieron en la Axarquía malagueña, concretamente en un domicilio de Torrox Costa que utilizaban como piso franco y donde fueron localizados por los investigadores del instituto armado y de la Policía Nacional que les seguían la pista.

La investigación de varios robos en la comarca llevó a los agentes hasta estos criminales aunque por ahora no se les ha encontrado relación con ninguno de estos asaltos. "Normalmente estas bandas actúan fuera de la provincia donde se instalan. Por ahora se le imputan dos secuestros, además del de Marbella, uno en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y otro en Mairena del Alcor (Sevilla). No obstante se investiga su posible participación en otros hechos delictivos", indicó el inspector. Dos de estos raptos serían ´express´. Al menos estarían relacionados con un par de robos en viviendas fuera de Málaga, donde han sido localizadas sus huellas dactilares, añadieron fuentes de la investigación.

Los detenidos, cuatro en total, actuaban de manera "muy violenta" y casi siempre era el jefe de la banda quien dirigía, con una disciplina militar, los movimientos de sus subordinados. "Cada miembro de la banda desempeñaba una función. Mientras uno se encargaba de la logística y de blanquear los beneficios, otros actuaban como ayudantes".

El modo de actuar de estos delincuentes, Mantas D., Eimantas D., Giedrius J. y Petras F., era muy minucioso. "Empleaban grandes medidas de seguridad en sus desplazamientos, daban numerosas vueltas (lo que los agentes denominan el ´loco Iván´) hasta asegurarse de que no eran seguidos y cuidaban sus comunicaciones telefónicas con el uso de numerosos aparatos móviles e internet", detalló el inspector.

Falsificaciones. En el piso de Torrox-Costa, los agentes encontraron 1,2 millones de euros falsos que usaban para engañar a bandas de narcotraficantes a las que, una vez convencidas de la transacción, le robaban la droga. Se hacían pasar por policías o guardias civiles con placas de vigilantes de seguridad o distintivos falsos e incluso con el uso de sirenas policiales. Los detenidos, que no dudaban en emplear la fuerza física, tenían dos armas de fuego cortas y un subfusil, además de numerosa munición, documentos falsos, teléfonos, ordenadores portátiles, inhibidores de frecuencia y cuatro vehículos.