En la calle Compañía, un hombre de mediana edad se cobijaba en el toldo de una relojería y miraba el escaparate tratando de disimular su aversión a los relojes, en la Plaza Uncibay la muchachada se arrojaba botellas de agua por la cabeza y se deshacía en aspavientos de resignación, la señora del ascensor no hablaba de otra cosa. El terral llegó ayer a todos los rincones de la capital y los termómetros se dispararon hasta los 38 grados, umbral de la alerta amarilla y abrasiva sensación que, al parecer, perseverará hasta la próxima semana.

Según la Agencia Estatal de Meteorología, que esta semana no para de recibir llamadas, el viento plomizo de la Málaga más inhóspita no cambiará de rumbo hasta el próximo martes, por lo que las temperaturas extremas y el bochorno persistirán durante todo el fin de semana. La alerta sanitaria, que obliga a intensificar las precauciones, penderá hoy en numerosos puntos del litoral y, si se confirman las previsiones, mudará de amarillo a naranja en 72 horas.

El pronóstico no se equivocó ayer ni un ápice y las temperaturas, como estaba previsto, alcanzaron una máxima de 38. La mínima no bajó de 23. En el interior, la jornada tuvo el viento de cara y transcurrió de manera más suave. No obstante, tampoco se puede hablar de cotas precisamente primaverales. Ronda, por ejemplo, alcanzó un tope de 30,5 grados.

El calor dejó ayer de interpretarse como una cuestión subjetiva y los superlativos tuvieron razón. Málaga registró la marca más alta de Andalucía, con una temperatura por encima, incluso, del tridente formado por Córdoba, Sevilla y Jaén, tradicional escenario del bochorno veraniego en la comunidad. No obstante, esta última provincia junto con Almería situaron su mínima por encima de los valores anotados en Málaga.

Las previsiones para hoy no son benevolentes y vuelven a situar a la Costa del Sol y el Valle del Guadalhorce en situación de alerta amarilla, que permanecerá activa desde las 12 horas del mediodía hasta las nueve de la noche. La mínima casi da miedo y se fija en 26 grados. Por su parte, los vientos soplarán de componente Oeste y evolucionarán de flojos a moderados.

El litoral de la provincia volverá a encaramarse hoy a las temperaturas más altas del país, junto a algunos puntos del sureste peninsular y de las inmediaciones del Guadalquivir. Una situación que contrasta con la predicción de Galicia y la cornisa cantábrica, donde bajarán las mínimas y se esperan precipitaciones.

En Madrid, uno de los puntos tradicionalmente más cálidos fuera de Andalucía, los termómetros no rebasarán los 32 grados, lo que da buena cuenta de la intensidad del terral y sus efectos térmicos en la provincia. En términos generales, las temperaturas diurnas experimentarán un ligero descenso en zonas del interior peninsular.