Tras el congreso provincial del PSOE, marcado por las luchas intestinas y la división interna de la formación llega el turno del PP, que debe elegir también a su líder en Málaga.

Los socialistas optaron por la continuidad del sector oficial. El escenario del Partido Popular es bien distinto. Por contra, este partido atraviesa un período de calma y no existen voces discordantes, al menos de cara a la opinión pública, que hagan peligrar el armonioso desarrollo del cónclave. Será a finales de noviembre -aún no hay fecha concreta-, tras la celebración del regional que tendrá lugar en septiembre y que, con total seguridad, alzará de nuevo a Javier Arenas como presidente de la formación en Andalucía.

En Málaga la gestión realizada y los resultados cosechados en las elecciones locales, regionales y nacionales garantizan la continuidad del actual presidente y candidato a la reelección, Joaquín Ramírez, que de hecho se ha visto reforzado por su trabajo. Es el único candidato.

Lejos quedaron los recelos existentes entre Ramírez y su secretario general, Elías Bendodo, hombre de confianza del alcalde, Francisco de la Torre. La relación ha dado un giro y el líder de los populares considera de hecho al concejal de Turismo una pieza clave para lograr los objetivos marcados. En este sentido, Ramírez ya ha anunciado su deseo de que Bendodo continúe como secretario del partido.

Los populares se sienten unidos, cohesionados y fuertes, frente a un PSOE inmerso en batallas internas. La cita pretende agitar a la masa, remover el compromiso y animar a poner toda la carne en el asador. Los objetivos para Ramírez son claros, trasladar los éxitos cosechados por la formación en el litoral al resto de los municipios en los comicios locales, dirigir los designios de la Mancomunidad de la Costa del Sol y alcanzar el sillón de mando de la ´codiciada´ Diputación Provincial.

Cambios en el equipo. El presidente realizará cambios en su ejecutiva provincial, aunque pretende contar e incluir a "todos". "Es una difícil cuestión de arte y equilibrio", considera.

La estrategia que marcará para los próximos cuatro años será centrar los esfuerzos en mirar hacia el futuro y en estar a pie de calle, pegados a la ciudadanía. Ramírez dará cuenta además de la gestión realizada que considera "intensa". "Somos los mensajeros de la sociedad, que exige proyectos e infraestructuras a las instituciones", afirma.

El líder cree que se ha realizado un buen trabajo que se ha visto traducido en un mayor peso específico y un mayor apoyo de la ciudadanía. Espera gobernar también en los municipios del interior, aumentar el respaldo ciudadano y que Málaga, "como provincia más importante de Andalucía", sea fiel reflejo de ese peso con el traslado a la provincia de la sede de diversas entidades como la Cámara de Cuentas. Reclamar sin descanso el tercer hospital o deficiencias históricas como un adecuado saneamiento integral de la Costa del Sol, serán otro de los empeños de la formación.

Los congresos. El balance de la gestión de la dirección provincial correrá a cargo del actual secretario, Elías Bendodo, y de su antecesor Francisco Delgado Bonilla, al que Ramírez le pedirá que intervenga, ya que ostentó el cargo en estos cuatro años.

Pero los preparativos se centran ahora en el congreso regional en el que el Partido Popular participará con 200 compromisarios. Se celebrará los días 19, 20 y 21 de septiembre en Córdoba. Del total, 155 son electos, nueve provienen de Nuevas Generaciones y 36 son natos. El alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández Montes, es el vicepresidente de la Comisión Organizadora del Congreso. Los populares andaluces presentarán a debate un total de cinco ponencias, cuatro de las cuales contarán con ponente malagueño; Elías Bendodo, ´Reglamento de Organización´; Carolina España, ´El cambio y el pleno empleo´; Miguel Ángel Ruiz, ´Las personas, nuestro centro´; y, Ángeles Muñoz, ´Pueblos y Ciudades. El Centro de Andalucía´.