La playa de La Carihuela en Torremolinos, donde a las 00.20 horas de hoy ha estallado un artefacto explosivo, se encuentra llena de gente y los comercios cercanos a la zona en la que ha tenido lugar el suceso vuelven a la normalidad.

Los turistas y vecinos de la localidad malagueña disfrutan de su tiempo libre en la playa, y algunos de ellos se han enterado de lo sucedido al observar las cámaras de televisión que grababan esta mañana las cercanías del hotel Sol Aloha Puerto, donde tuvo lugar la explosión.

"Parece que sólo ha sido un susto", ha comentado a Efe un vecino de Torremolinos, quien ha afirmado que el ambiente continúa "igual" que otros días estivales, hecho que han confirmado los trabajadores de bares y chiringuitos de la zona, que tampoco han notado ningún cambio en la asistencia a los comercios.

Sin embargo, en el momento de la explosión si se produjo, según algunas personas, cierto nerviosismo: "escuchamos un gran bombazo cuando paseábamos, la policía llegó inmediatamente, acordonó la zona y empezamos a asustarnos un poco", ha afirmado Susana Garrido, madrileña que pasa sus vacaciones en la Costa del Sol.

Otros pensaban que se trataba de una explosión de gas o una traca de petardos, como Mari Carmen Mayor, hermana de una quiosquera, que ha explicado que el suelo "retumbó", o como el inglés John Marcus Smith, quien ha añadido que no le asusta la situación "porque no ha habido daños".

La bomba, compuesta por menos de un kilogramo de explosivo y que provocó un agujero de aproximadamente un metro de diámetro y 40 centímetros de profundidad, no causó heridos, aunque un joven de 16 años tuvo que ser atendido por los servicios médicos de emergencia.