La Fiscalía solicita 18 años de cárcel para un hombre que violó supuestamente durante años a dos de sus hijas, además de haber intentado agredir sexualmente a su nieta, y consentir los abusos a los que uno de sus hijos sometía a su hermana y otro de ellos a su propio sobrino. Por estos hechos, ya han sido juzgados la esposa del procesado y sus dos vástagos, pero el patriarca del clan había conseguido eludir la acción de la justicia. En diciembre, la policía le detuvo en la finca de la Estación de Cártama en la que se escondía y ahora deberá responder ante los jueces.

El matrimonio vivía junto a sus once hijos en un cortijo de la Estación de Cártama, "formando un núcleo familiar fuertemente desestructurado, con pautas culturales de comportamiento dentro de la marginalidad social, así como también se daban conflictos constantes entre sus miembros y malos tratos", dice el fiscal. Tan es así, que los menores de edad fueron ingresados en un centro de acogida en mayo de 2000 por la situación en la que se encontraban, de forma que después pasaron a ser acogidos por su tía, "considerando la situación psiquiátrica de la madre", añade el acusador público.

En el periodo comprendido entre 1984 y 1988, cuando una de las hijas de la familia contaba con entre nueve y trece años, en fechas no determinadas y en un número de ocasiones tampoco establecidas, "pero con una frecuencia casi diaria, el procesado, aprovechando que su hija no estaba escolarizada al utilizarla para mendigar y como quiera que permaneciere a su disposición, la conducía a un dormitorio del domicilio, donde con el propósito de satisfacer sus deseos la desnudaba bajo amenazas y golpes y la violaba", relata el acusador público.

Los padres evitaron llevar a su hija al médico para impedir que éste descubriera los presuntos abusos, "curando la mujer las diversas infecciones vaginales que la menor padeció", apunta el acusador público. Cuando contaba con 11 años, la chica intentó suicidarse hasta en tres ocasiones ingiriendo de forma abusiva medicamentos.

Maltrato. Desde los 13 años, la chica se negó a ser violada, por lo que su padre "le propinó abundantes e intensas palizas, impidiéndole salir a un centro de salud para ser atendida", añade el representante del ministerio fiscal.

La chica denunció los hechos en 2000 y no lo hizo antes por el pánico que le inspiraban sus hermanos y el temor a sus agresiones, de forma que el juzgado de Instrucción dictó una orden de alejamiento para que nadie se acercara a ella. En la actualidad, la chica presenta importantes trastornos de ansiedad y sexuales.

Asimismo, durante años y sin que sea posible determinar el periodo, aprovechando que otra de sus hijas padecía esquizofrenia, el hombre "doblegó fácilmente su limitada oposición", y la violó supuestamente en incontables ocasiones. Estos episodios duraron dese 1991 hasta el mes de mayo de 2000. "Durante la noche, el acusado entraba a diario en la habitación de su hija, quien dormía a su vez con sus dos pequeños. Así, desnudo de cintura para abajo, "se introducía en la cama de aquella" y la violaba supuestamente en presencia de sus propios nietos.

Además, el hijo mayor del procesado también se llevaba presuntamente a su hermana "a un caserón que hay junto a la casa, donde aprovechándose de su limitada oposición a causa de su minusvalía psíquica y con el propósito de satisfacer deseos sexuales, la penetraba", explica el acusador público.

La chica abandonó el cortijo y fue internada en una institución penitenciaria, de forma que pudo ser tratada de su enfermedad. Sin embargo, sus familiares acudían a verla, por lo que se dictó una orden de alejamiento para que no tuvieran contacto con ella.

El hijo mayor del procesado, siempre según el relato del fiscal, también abusó supuestamente de su propia sobrina, mientras que su abuelo lo intentó en abril de 2000, pero la pequeña echó a correr, por lo que el acusado se fue a por la madre.

Asimismo, entre mayo del 99 y el mismo mes de 2000, otro de los hijos del matrimonio "manoseó" a uno de sus sobrinos, todo ello con "la presencia y la complacencia de su abuelo", apunta el fiscal. El procesado cumple ahora condena por otro asunto en la prisión de Huelva.