El plan de la Judería continúa avanzando y superando las no pocas vicisitudes a las que se ha tenido que enfrentar. La semana pasada los malagueños pudieron comprobar al fin el resultado de una parte del trabajo que desarrolla en la zona el Ayuntamiento de Málaga. El torreón mudéjar de la calle Granada ya luce sin la malla verde de obra que lo ha cubierto durante meses. La restauración de la fachada ha concluido, pero no será hasta finales de año cuando se termine la obra interior, según espera el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz.

El torreón será una oficina de información turística dividida en dos plantas. La primera se reservará para atención al público, mientras que la superior será para oficinas. Por último, el tercer piso se habilitará para contemplar la vista del Centro que permite la altura de la torre.

Pero es sólo un pequeño paso hasta que los ciudadanos puedan disfrutar en todo su esplendor de esta futura plaza de las Nieves, que conectará la calle Granada con Alcazabilla. Tras esta primera fase han de construirse ocho viviendas protegidas, a cargo del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV), además de una sinagoga y la reconstrucción del mesón Juan Palomo, que anteriormente estaba emplazado en la zona. Cuando se acometan estas actuaciones se procederá al arreglo de la plaza en sí, explica Díaz.

Por su parte, el concejal responsable del Instituto Municipal de la Vivienda, Diego Maldonado, espera que tras los obstáculos superados se pueda contratar la construcción de estas viviendas protegidas antes de que finalice el año. "De todas formas, hay que tener en cuenta que podría surgir algún imprevisto, pero confío en que no. Se hizo un proyecto sobre una superficie y tras la demolición se comprobó que el terreno era menor, por lo que hubo que modificar el proyecto", recuerda Maldonado. "Este proyecto ya ha sido entregado por el arquitecto Iñaki Pérez de la Fuente y está siendo revisado por los técnicos del Instituto Municipal de la Vivienda", abunda. El edificio que construirá el IMV se destinará a realojar a una parte de los antiguos vecinos en las VPO, a reubicar la librería ´Libritos´ y a instalaciones de la Oficina Municipal de Rehabilitación del Centro Histórico.

Pero éste no ha sido el único impedimento con el que se ha topado el proyecto. Ha habido que negociar con familias -que se encuentran de alquiler a la espera del realojo- y hubo un problema con la empresa que iba a reformar el torreón, que entró en suspensión de pagos y forzó al Consistorio a iniciar una nueva contratación.