El presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico y de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Málaga (Aehma), Rafael Prado, apostó ayer por un cambio en el modelo comercial de la capital que suponga la apertura de los establecimientos los días festivos.

Así, Prado precisó que la mayoría de los comercios del Centro tienen menos de 300 metros, por lo que la ley le permite, según Prado, que abran en festivo. "Eso juega a su favor y el que quiera puede abrir", dijo. De su experiencia como dueño del Café Central de la capital, Prado señaló que abrir los domingos y festivos es "positivo"; no obstante, reconoció que muchos empresarios son reacios a esta apertura porque tendrían que contratar a gente o pagar horas extras. "Que cada cual se examine a sí mismo y trate de sopesar sus oportunidades", apostilló.

A juicio del dirigente empresarial, la segregación de Torremolinos de Málaga hizo mella en la capital, ya que la mayoría de los hoteles se encontraban en el municipio torremolinense. "Cuando Málaga se dio cuenta, la mayoría de los turistas ya iba a Torremolinos, por lo que aquí se adquirieron costumbres, algunas muy malas y que aún perduran", manifestó, e insistió en que hay que cambiar el modelo porque, "hoy por hoy, la ciudad no vive de otra cosa que no sea el turismo". "Estamos en muy buena posición y es la que mejor se comporta según los datos turísticos", precisó el responsable de los comercios del Centro, que reconoció que ya se ha hablado con el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Málaga para solicitar ayudas al comercio. "Hay que apoyarlo, incentivarlo, poner medidas al alcance de estos empresarios que tanto se sacrifican".

Ante la creciente actividad crucerística del Puerto y la positiva influencia que su llegada tiene sobre la capital, recomendó a los comerciantes que estén atentos al calendario de buques, e instó a realizar una acción conjunta con el Ayuntamiento para informar a los turistas que desembarcan sobre los comercios abiertos.