Adif procedió en la pasada noche a la electrificación de la catenaria para el nuevo túnel por el que llegará el Cercanías a la ciudad y que permitirá que en apenas dos meses todo el tráfico ferroviario que llega a la capital lo haga bajo tierra, eliminando de forma total la herida que ha dividido en dos los barrios de la zona Oeste.

La electrificación de la catenaria se realizó a las doce de la noche y supone el primer paso para comenzar con las pruebas de trenes sobre las nuevas vías, que Adif espera poner en servicio a finales de junio, al menos en uno de los dos sentidos. Esto se debe a que habrá que terminar unas pequeñas obras complementarias antes de que la doble vía entre en servicio.

La electrificación de las catenarias es el preámbulo de las pruebas con trenes de estas nuevas vías, que se empezarán a realizar en las próximas semanas y ofrecerá la oportunidad de corregir pequeños problemas antes de su entrada total en servicio.

Los trabajos de electrificación que culminaron la pasada noche se centraron en un tramo de 2,8 kilómetros de longitud, desde la boca del túnel en la estación de Renfe hasta Los Prados, que es sensiblemente más largo que el túnel construido, que ronda los dos kilómetros.

La tensión que soportará la catenaria es de 3.300 voltios, la habitual para el servicio convencional del Cercanías y muy por debajo de la que usa en la línea de Alta Velocidad, donde se alcanzan los 25.000 voltios para dar la potencia necesaria a estos trenes.

El túnel que va a entrar en servicio en unos dos meses es complementario del que está en marcha desde finales de 2007 para la entrada de los trenes de Alta Velocidad a la ciudad.

Las vías que utilizarán los Cercanías discurren por una galería paralela, pero separada, de la Alta Velocidad. No sólo la diferencia de voltaje en las catenarias explican esta diferencia, también el distinto ancho de vía y la necesidad de operar en zonas separadas para no afectar a la operatividad de ambos servicios.

La construcción de ambos túneles corresponde a la empresa Sacyr, con un presupuesto que ronda los 206 millones de euros y que también incluye la remodelación de las estaciones del Cercanías en el Guadalmedina y en San Andrés, así como la de Renfe, en la que se ha duplicado la vía para mejorar la frecuencia.