Los familiares se convierten en auténticos auxiliares de Enfermería cuando uno de sus seres queridos, por enfermedad, se vuelve un gran dependiente. Desde que empieza el día hasta la hora de dormir las personas cuidadores están pendientes de los pacientes. Las 24 horas del día controlan su medicación, los ayudan a asearse, les dan de comer y lo hacen sin pedir nada a cambio.

Sin embargo, en ocasiones enfrentarse a una nueva situación desconocida de esta magnitud despierta dudas y miedos sobre si el modo de actuar es el correcto y en otras la comunicación con los profesionales sanitarios aumenta dichas inquietudes.

Ayer, el hospital Virgen de la Victoria agrupó a cerca de una treintena de personas entre profesionales de Enfermería y cuidadoras pra realizar el primer taller del Aula de Personas Cuidadoras de la Escuela de Pacientes. Durante dos horas las cuidadoras aprendieron los cuidados básicos de un paciente dependiente (consejos sobre cómo evitar úlceras por presión, alimentación, prevención de caídas y control de infecciones, entre otros) y al mismo tiempo aprendieron a cuidarse a sí mismas tanto a nivel físico como emocional.

La Escuela de Pacientes es una iniciativa de la Consejería de Salud, que nace con el objetivo de formar a pacientes, cuidadoras y cuidadores expertos. La principal aportación de estos talleres es que los que reciben el taller se convierten en formadores. "Estos talleres se convierten en un punto de encuentro entre profesionales y pacientes. Por un lado pretendemos que los pacientes conozcan mejor su enfermedad y por otro, que el cuidador adquiera la capacidad de cuidar a un paciente", destacó Nuria Luque, técnico de la Escuela de Pacientes.

Intercambios. Por ello, estos talleres están abiertos a todo el que quiera impregnarse de las experiencias de todos, un ´feedback´ constante entre profesionales y pacientes y cuidadoras y profesionales. Las principales inquietudes de quienes tienen a su cargo pacientes se centran en el miedo a no hacerlo bien y no ayudar lo suficiente, el miedo a lo desconocido y el agotamiento.

En este primer taller dirigido a cuidadoras el debate era una pieza clave en la que todos desean aportar su propia experiencia, resuelven sus dudas y conectan con los profesionales de Enfermería para mejorar la comunicación.

"Uno de nuestros objetivos es que sean los pacientes y los cuidadores los que impartan futuros talleres. Serían mucho más enriquecedores por los consejos que puede dar una persona que cuida a un gran dependiente o un paciente que hale con otro sobre su enfermedad, se sentirá más comprendido", añadió Luque.

La directora de Enfermería del Hospital Clínico, Inmaculada Martínez, afirmó que en los talleres aprenden los cuidados básicos de un gran dependiente. "Tratamos de aprovechar el periodo de hospitalización del paciente para que el cuidador esté con los profesionales y aprende la manera de duchar a la persona, moverlo o que distinga los síntomas de la enfermedad. Es necesario darles una seguridad en ellos mismos porque en el hospital se sienten muy protegidos", explicó.