Apenas un mes después de su entrada en vigor, la Gerencia de Urbanismo se ve obligada a modificar su presupuesto ante la necesidad urgente de tener liquidez para hacer frente a determinadas actuaciones que no admiten demora.

En concreto, los responsables de la Gerencia de Urbanismo proponen cambios en el presupuesto por valor de 5.453.761 euros, lo que afecta a más del 10% del presupuesto de inversión de este organismo. La propuesta se llevará a la reunión del consejo que está previsto para mañana jueves.

La Gerencia de Urbanismo necesita hacer frente con prontitud al pago de diversas inversiones como las obras de ampliación del nuevo mercado del Carmen y de la jefatura de la Policía Local de la Carretera de Cádiz, a un plan de conservación de pavimentos, a diversas obras de urbanización y edificación previstas en el plan Urban o al encargo para la redacción de nuevos proyectos. Además, también necesita hacer frente al pago de casi dos millones de euros para financiar la parte que le corresponde del proyecto del soterramiento de las vías del AVE, que se ha encarecido. El informe elaborado por los responsables de Urbanismo señala "la imperiosa necesidad de financiar actuaciones en curso".

La mayor parte del dinero para financiar estas actuaciones estaba previsto que saliera del convenio urbanístico de Sánchez Blanca, a cuyos promotores aún les resta una parte que pagar.

Venta de suelo. En concreto, 3,7 millones debían salir de este convenio y de otros aprovechamientos urbanísticos. Pero estos dineros se retrasan y Urbanismo necesita liquidez.

De ahí que sus responsables hayan articulado una modificación del presupuesto para solventar la situación.

Los 5,3 millones que la Gerencia de Urbanismo necesita ya van a salir del dinero recibido y no gastado aún del plan municipal del suelo correspondiente a los años 2005 y 2006, por importe de un millón de euros, si bien con el compromiso de reponer el dinero "cuando las disponibilidades financieras lo permitan".

Otra cantidad de 1.189.394 euros sale del cobro de la expropiación de una finca municipal que fue adquirida por la antigua Confederación Hidrográfica del Sur. El resto del dinero sale de sobrante de créditos, de restos de adjudicaciones a la baja o de contratos ya finalizados. En su mayor parte, del convenio con Sevillana para el soterramiento de líneas eléctricas.