Santiago Dexeus se presenta como un privilegiado de la ginecología. Recuerda en alabanzas a su padre, "un gran maestro"; a su hermano, "un gran socio", y a su hijo, "un ginecólogo fantástico". El doctor Dexeus forma parte de la segunda generación de la familia de grandes ginecólogos, y ocupó la presidencia de la Comisión Nacional de Obstetricia y Ginecología entre los ejercicios 1991 y 2002. Autor de cerca de una quincena de libros y galardonado con multitud de premios científicos, por sus consultas pasan miles de mujeres cada año. En esta entrevista, hace un completo diagnóstico del estado en el que se encuentra esta especialidad médica.

–Ante un gran conocedor de la ginecología, la primera pregunta es evidente, ¿qué opinión le merece la nueve ley del aborto?

–Cada persona debe tener su propia ética y hay que ver la ley del aborto como algo que no obliga a nadie. Cada uno debe actuar según su conciencia y se debe respetar también la objeción de conciencia de los médicos. En el caso de la ley, en una hipótesis poco deseable por mi parte de que yo fuera legislador, tendría en cuenta qué pasa en otros países y en mi propio país. En España sabemos que el número de abortos va aumentando precisamente en población inferior de 19 años, aumenta entre un 1 y un 2% cada año. En números aproximados, el 16% de todas las interrupciones de embarazo en España se dan en mujeres de menos de 19 años. Analizaría también la clase social de las mujeres que interrumpen su embarazo, pues en el 90% de los casos se hacen en régimen privado.

–¿Sigue faltando información?

–Habría que prestar atención al por qué las mujeres tienen que alcanzar el aborto. ¿Falta de información? ¿Falta de accesibilidad a los medios anticonceptivos? Las dos cosas. Cuando se habla de que la ley permite que las niñas podrán abortar sin consultar a los padres lo que yo me pregunto es por qué las niñas no consultan a su padres. Debemos pensar por qué estas niñas no han tenido la posibilidad de hablar con sus padres y abordar el problema, aquí ha habido una ruptura generacional importante y de nuevo el aborto, junto con la píldora del día después, son siempre fracasos de la información sexual adecuada. Entendemos información sexual como lo que no es, no se trata de la eroticología del sexo. La información sexual empieza por la responsabilidad sexual y hay que enseñar que el sexo es una entrega muy personal que comporta obligaciones. Hay que intentar por todos los medios que la información sexual sea adecuada, asequible y creo que cuando se da una información bien dada evitamos muchos problemas.

–Se ha referido a la píldora del día después. ¿Qué consecuencias a medio y largo plazo pueden existir por el consumo indiscriminado de esta pastilla?

–En este aspecto sería muy mal asunto si los jóvenes mantuvieran la mentalidad de mantener relaciones sexuales sin conciencia pensando que la solución es la píldora del día después. Esto sería fatal porque entonces se banaliza el sexo y por lo tanto se minimizan de forma injustificada los riesgos de transmisión sexual. Todo individuo debe ser consciente de que el sexo es un acto humano con grandes responsabilidades. Hasta el momento, no hay ningún estudio científico válido que pueda decir que haya problemas importantes por su consumo, la dosis no es exagerada, es casi una metáfora de la píldora anticonceptiva de todos los días y el empleo esporádico no tiene ningún riesgo. El continuado sí.

–¿La familia es consciente de la importancia de la vacunación del virus del papiloma humano?

–La familia está muy concienciada y las madres preguntan, pero hay una información cruzada. Los dos casos famosos de Valencia corresponden a un síndrome conocido de conversión, síndrome de reacción histeroide brusca y aguda que se da ante cualquier acto invasivo. Se han estudiado todos los brotes de estas dos vacunas y no tienen ningún defecto y este tipo de casos crean una gran alarma. Es la primera vez que disponemos de una técnica que es de prevención primaria, evitamos la eclosión de la enfermedad. El porcentaje de eficacia de la vacuna alcanza el 90% y las causas principales del cáncer de cuello uterino son derivadas de dos tipos de virus, lo cubren las dos vacunas.

–¿Con ese nivel de eficacia por qué no se incluye en el calendario oficial de vacunación?

–Esto debe leerse con reservas, aunque pueda sonar provocativo. El pastel sanitario no hay quien lo pague. Un individuo de clase media que no quiera recurrir a la seguridad social y que tenga una enfermedad grave no podrá pagar la asistencia sanitaria. En la pública, el avance de la medicina es tan importante que tiene otros capítulos que son prioritarios. Es incuestionable que la prevención de cáncer de cuello de útero es efectiva. Para infraestructurar todo esto es necesario llegar a convenios, que haya una prestación privada y pública.

–¿Por qué la vacuna que ahora se ofrece a los 13 ó 14 años no se adelanta o se atrasa?

–Volvamos al pastel. Si el pastel alcanza para alimentar a 20 personas y yo tengo 40, debemos ver quiénes son las que se encuentran en peor situación. Debemos escoger al grupo más selectivo, y a esa edad, antes de los trece, hay muy pocas niñas que hayan tenido relaciones sexuales. Es una razón de vía pragmática, de valorar recursos y posibilidades. En España no se ha hecho nunca una campaña nacional de diagnóstico precoz y sin embargo la cobertura citológica abarca al 70% de las mujeres debido a que desde los medios de comunicación se insiste mucho. En cáncer de cuello uterino la vacunación ha supuesto un avance importantísimo. Es una vacunación que va a tener una incidencia muy favorable, porque no nos fijamos sólo en las lesiones cancerosas ya invasoras sino que son las lesiones preinvasoras curables las que vamos a disminuir y el tiempo lo demostrará.

–¿Qué posición que ocupa España en cuanto a prevención y detección precoz de cáncer de cuello uterino?

–España es uno de los estados de la Unión Europea que tiene las cifras más bajas de cáncer de cuello uterino. La media española de incidencia anual de este tipo de cáncer es de algo más de 7 por cien mil mujeres, esto representa unos 2.500 casos nuevos por año, de los cuales se van a curar el 50%. Europa en este caso se sitúa en 12 por cien mil mujeres. En España sigue aumentando levemente esta incidencia, quizás por el colectivo inmigrante. La edad media de incidencia de este tipo de cáncer invasor puede situarse en torno a los 35 y 38 años. Una lesión preinvasora la podemos curar con un acto médico sencillo que se hace en régimen ambulatorio y una lesión invasora requiere una cirugía muy amputadora que puede provocar lesiones. Por lo que es necesario disminuir esta cifra de 2.500 nuevos casos.

–En relación al cáncer de mama, ¿las mamografías son cada vez más determinantes en este aspecto?

–Gracias al conocimiento de la fisiología y la fisiopatía de la mama, con cualquier tumor con una enorme agresividad podemos obtener curaciones extraordinarias mediante tratamientos complementarios o simultáneos (quimioterapia o radioterapia). Es un modelo tumoral que permite dar unas grandes esperanzas siempre, aun teniendo una incidencia muy alta. En el norte de España hay una incidencia del 30 por cien mil y en el sur de 18 por cien mil, puede que exista una relación con los hábitos alimenticios, pero es un tumor en el sentido científico muy interesante porque permite tratamientos que limitan la agresividad de la cirugía.

–¿En qué modelo de medicina cree?

–Creo en un tipo de medicina muy vinculado a lo que he recogido de mi propia familia y es la que deseo seguir practicando. Copiando una frase publicitaria: "Personas al servicio de personas", esta frase debe aplicarse a la medicina terapéutica. El paciente nunca puede ser un cliente, ni un número, ni una enfermedad y el médico debe estar al servicio de esta personas compartiendo su dolor y absorber su angustia sin tener horarios.