Soledad Pérez lleva al frente de la Dirección del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) un año. La responsable regional de la Junta recaló ayer en Málaga para inaugurar el quinto seminario de ´Mujeres asociadas´ del programa Asocia, en el que cerca de 150 representantes de asociaciones de mujeres (existen unas 200 en la provincia) recibieron formación acerca de ´La aplicación de las nuevas tecnologías al fomento de redes en el movimiento asociativo de mujeres´.

–¿Cuál es el objetivo?

–Este mes se realiza un encuentro por provincia, y hoy (por ayer) es el turno de Málaga. Este año se ha dedicado al uso de las nuevas tecnologías y al servicio de las redes sociales. Las asociaciones andaluzas que hayan participado en el programa Asocia pueden presentar a su vez proyectos para acceder al encuentro regional que habrá en Baeza en los meses de octubre y noviembre. Asocia fue un proyecto muy pionero que buscaba fortalecer las redes existentes de mujeres. Hace 20 años, cuando se creó el IAM, había 156 asociaciones y ahora tenemos 1.800 y muy variadas.

–¿Para qué sirven este tipo de encuentros?

–Para mantenerlas conectadas y que reciban actualización y formación. Es un evento muy novedoso porque a nivel nacional somos la única comunidad autónoma que organiza una cita de estas características. Movilizamos en torno a 1.500 ó 1.700 de las asociaciones de la región.

–¿Por qué son necesarias asociaciones marcadas por el género?

–Nacieron de la reivindicación de la igualdad de derechos, pidiendo leyes de igualdad, demandando leyes contra la violencia de género y, afortunadamente, ese objetivo normativo lo hemos cumplido. Para conseguir que esa igualdad de derechos sea una igualdad efectiva de oportunidades, más allá de que exista un marco normativo, tenemos que seguir fortaleciendo ese tejido asociativo que es el que ha transformado Andalucía y esos planteamientos.

–¿Cuáles son los retos?

–Seguimos teniendo 20 puntos de diferencia en la tasa de actividad femenina frente a la masculina. Y, además, esa tasa baja mucho a partir de los 44 años. En el mundo de la universidad pasa algo parecido, mientras que el 53% son universitarias y el 60% tituladas, hoy una chica que finaliza la universidad tarda un año más en conseguir empleo que un varón y eso es porque no hemos resuelto la gran asignatura pendiente que es la de la conciliación y la de la corresponsabilidad en el ámbito familiar y personal. La fémina no accede al mercado laboral en igualdad de condiciones que su compañero el varón. A las mujeres las empresas nos siguen considerando absentistas, aunque sea de forma indirecta a causa del cuidado de niños o mayores. Seguimos siendo poco atractivas para el empresario. La mejor aliada de la igualdad en este momento son las políticas sociales: dependencia, políticas para niños de cero a tres años...

–En su introducción a las jornadas ha incidido en la importancia de la presencia de la mujer en las redes sociales.

–Efectivamente, dentro de unos años la mujer que no esté en las redes sociales no estará en el mundo ni en las opiniones. Las redes sociales no son únicamente un instrumento de ocio, sino que lo son de comunicación y de opinión. No decidimos los contenidos de la televisión ni somos directoras de periódicos por lo que no podemos permitir que también se nos escape el uso de las redes sociales para transmitir opiniones y, sobre todo, para comunicar una tendencia de cambio social. Si hoy entramos en cualquier comunidad virtual y vemos cómo están participando las chicas jóvenes vemos que aún existen estereotipos de género. Se sigue utilizando la imagen de la mujer de manera sesgada y se siguen transmitiendo roles, esos roles que aún están en la sociedad.

–Acerca de la violencia de género, ¿qué está fallando?

–Es una realidad muy compleja y están funcionando muchas cosas bien aunque es verdad que nos está costando mucho trabajo. Un dato positivo es que la chica joven denuncia antes, ya no espera siete años, que era la media, sino que lo hace antes del año. Y las denuncias se mantienen estables a lo largo de los últimos cinco años, no aumentan. Lo que sí se han incrementado mucho son las órdenes de protección. En cuanto a las fallecidas, este año estamos esperanzadas en poder parar la tendencia de crecimiento, pero hay que destacar que aparecen nuevos hechos como la incorporación de la mujer inmigrante.