Adiós a la libre circulación de turismos. La entrada a gran parte del Centro Histórico para los coches tiene los días contados, exactamente cuatro, ya que desde el próximo lunes comenzará a funcionar el sistema de control de accesos instalado por el Ayuntamiento de Málaga, que ha supuesto una inversión de 665.000 euros, según recordó ayer el concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero.

El proyecto ´Centro Histórico y monumental: entorno de interés protegido´ abarca cerca de 40 hectáreas de la zona centro e histórica de la ciudad, donde residen de 6.000 a 7.000 personas y existen más de mil comercios. El propio concejal admite las dificultades de la puesta en marcha de este plan y no descarta que se produzcan complicaciones en los primeros días.

Partiendo de esta prohibición general arrancan las particularidades. Podrán acceder a la zona afectada los vehículos de residentes que hayan tramitado su autorización, el transporte público, los de carga y descarga, el servicio de limpieza municipal, los taxistas, los clientes de hoteles y los pacientes de la Clínica Gálvez, entre otros. Casero comentó a este respecto que ya han recibido más de 4.000 peticiones de autorización, de las que 1.400 son de taxistas y más de 400 de vehículos de carga y descarga.

Zona acotada. Se establecen cinco puntos de entrada –con sus correspondientes vías de escape–, en el Palacio de la Aduana (inicio de la calle Císter, único punto que no cuenta con bolardo), en la calle Cisneros (con bolardo automático), calle Nosquera (automático), Méndez Núñez (automático una vez que finalicen las obras previstas en esta zona) y Sancha de Lara (automático).

La salida se define también por cinco puntos: la calle Molina Lario (bolardo automático), Cisneros (automático), la calle Comedias (contará con bolardo automático una vez que finalicen las obras previstas en esta zona), Casapalma (bolardo automático) y Martínez (automático). Todos estos puntos cuentan con un lector de matrícula, semáforo, dos cámaras e interfono.

El funcionamiento en la teoría es sencillo, tal y como pudieron comprobar ayer un grupo de periodistas que asistieron a una demostración. El vehículo se acerca al armario, que da lectura de forma automática a la matrícula. Si ésta está autorizada comienza a bajar el bolardo. El semáforo permanece rojo durante el descenso, mientras que una vez finalizado pasa de rojo a ámbar intermitente, indicando el paso libre y "seguro". Una vez ha pasado el coche, el bolardo comienza de nuevo el ascenso y la luz del semáforo pasa del ámbar al rojo.

El horario establecido para los vehículos de carga y descarga es de lunes a viernes de ocho a once y de cuatro a seis y los sábados de ocho a once. El sistema estará además supervisado y coordinado durante las 24 horas del día desde un centro de gestión y explotación ubicado en el actual centro de control de tráfico municipal. Ante alguna incidencia los conductores pueden comunicarse directamente con la central –a través del botón del armario– que puede activar el acceso de forma manual si fuera necesario.

En este punto, Juan Ramón Casero explicó que en el primer mes de aplicación, es decir, en julio, no se sancionará a los infractores, pero recordó que el mal uso podría conllevar multas equivalentes a saltarse un semáforo (instalados en las entradas, 150 euros) o a estacionar en lugares no permitidos.

El edil señaló también que se permitirá el acceso a toda persona que lo necesite (recoger un anciano, depositar una carga..) por un periodo limitado que podría oscilar de los diez minutos y alcanzar incluso la media hora, tiempo tras el cual sí incurriría en una infracción.

El Ayuntamiento ha iniciado una campaña a través de los medios de comunicación así como el reparto en buzones de diez mil folletos, de cara a informar a los malagueños de la puesta en marcha y características del sistema. En Feria y en Semana Santa no estará activo.

Además, los ciudadanos contarán con el servicio del autobús eléctrico por las calles del Centro una vez finalicen las obras de Méndez Núñez, es decir, en varios meses, según precisó el responsable municipal de Movilidad. Desaparecen por tanto los aparcamientos para residentes y aumentan las plazas para motos (pasan a 181 en el interior del Centro Histórico).