Los autobuses de la EMT son ahora mucho más puntuales que hace dos años. El notable descenso en el número de vehículos que circulan por las calles de la ciudad ha beneficiado de forma inesperada a la empresa de transportes, que alcanza un cumplimiento rayano al 90% en sus horarios de paso.

Los datos aportados por la EMT, a partir del control que realizan mediante satélite de cada autobús, muestran cómo, entre enero y junio, se ha superado el 90% de cumplimiento de los horarios durante cuatro meses y se ha quedado cerca en abril (coincidiendo con la Semana Santa) y en junio. En este último mes, la EMT reconoce que ha notado en sus líneas el efecto de las pequeñas obras que se están realizando en la ciudad con fondos estatales, dentro del llamado ´Plan E´. Estas actuaciones, que se contabilizan en número de 136, afectan a toda la ciudad y tiene su incidencia en algunas calles, alterando el normal tránsito de coches y autobuses.

Esta es la primera vez que la EMT alcanza el 90% de cumplimiento de sus horarios, lo que asegura una mayor fiabilidad del servicio. Sin embargo, la causa última de estos buenos resultados hay que buscarla en una consecuencia secundaria de la crisis económica, como es la reducción del tráfico en la ciudad en 162.000 vehículos cada día.

El aumento del paro, el precio del combustible y la necesidad de ahorrar se encuentran detrás de esta caída del tráfico. Así, durante el primer cuatrimestre del año 2007, el área de Movilidad contabilizó el tránsito medio diario de 1,13 millones de coches por las 65 grandes vías que conforman la red básica. El año pasado, en este mismo periodo, se registró una media de 981.242 coches diarios, una importante reducción que continuó en el primer cuatrimestre de este año, bajando a los actuales 973.292 movimientos de vehículos contabilizados de media al día.

Eso significa calles menos llenas, en especial en las grandes vías como la avenida de Andalucía, Alameda y Parque, eje por el que circula la gran mayoría de las líneas de autobuses de la ciudad, así como el corte al tráfico general de la avenida Velázquez por las obras del metro. Todo ese tránsito de vehículos ha sido desviado a las calles Pacífico y Europa, dejando un carril de uso casi exclusivo para los autobuses.

Control por satélite. El recorrido de los autobuses está controlado mediante un dispositivo en cada vehículo que transmite la posición a la sede de la EMT mediante una señal de satélite. Es el llamado Sistema de Ayuda a la Explotación (SAE), que muestra en tiempo real la situación de cada autobús en la ciudad y su grado de cumplimiento del horario. Eso permite enviar órdenes a los conductores para que aceleren o frenen, con idea de que se ajusten a la frecuencia de paso prevista. El grado de cumplimiento rondaba el 86% hace dos años, aunque ya se encuentra en el 90%.