La Agencia Andaluza del Agua ha iniciado los trámites para reformar los embalses de La Viñuela y Conde de Guadalhorce, que no tienen una capacidad de desagüe suficiente en caso de grandes avenida y corren el riesgo de sufrir desbordamientos.

Los proyectos están actualmente en plena contratación, con idea de disponer de un plan de obra para La Viñuela a mediados del año próximo, mientras que para proponer la solución a esta carencia en el embalse Conde del Guadalhorce se dispone de un plazo de 18 meses.

Precisamente este último proyecto es el más complejo. Los técnicos de la Agencia Andaluza del Agua señalan que esta presa dispone de un desagüe y un aliviadero con muchas deficiencias, al tener un diseño obsoleto y fallos por el deterioro de sus componentes. De hecho, recuerdan que un accidente en 1969 provocó que durante 20 días no se pudiera regular el flujo de salida de agua, hasta que se reparó el problema.

El último estudio hidrológico realizado pone de relieve que la situación actual de este embalse aumenta el riesgo de que se desborde ante importantes avenidas de agua durante las temporadas de otoño e invierno, "posibilidad que no puede asumirse". Eso ha motivado que se contrate, por 509.000 euros, el estudio para determinar las posibles alternativas que mejoren el desagüe, diseñado en 1933, y el aliviadero actual, diseñado en 1954 y "de escasa fiabilidad".

Los estudios realizados ante "las numerosas incógnitas que plantea la fiabilidad de los órganos de desagüe de la presa (...), junto con la sospecha de su insuficiencia" pusieron de relieve la falta de capacidad del embalse para evacuar los máximos posibles de una avenida de agua.

El contrato permitirá abordar la reforma y modernización de ambos elementos, incrementando el nivel de seguridad del embalse.

La Viñuela. La Agencia Andaluza del Agua también ha sacado a contratación la redacción del proyecto de obra para construir un segundo aliviadero que aumente la capacidad de desagüe de la presa.

El actual tiene una capacidad que, teóricamente, duplica el máximo necesario para este embalse. Sin embargo, deficiencias en su diseño reducen los teóricos 700 metros cúbicos por segundo a sólo 250 metros cúbicos, muy por debajo de los 388 metros cúbicos por segundo necesarios para tener un margen de seguridad.

La propuesta que se plantea es la construcción de un segundo aliviadero, gemelo al actual en su diseño exterior, pero con una pendiente de caída del vertedero del 5%, frente al 2% del actual, entre otras mejoras.

Esta segunda salida para el agua en caso de que se llegue al límite de capacidad o de avenidas de agua aumenta su capacidad de desagüe, con un máximo de 392 metros cúbicos al segundo. No obstante, se calcula que el máximo utilizable será de 265 metros cúbicos por segundo en el actual y 280 metros cúbicos con el nuevo, situando la capacidad máxima en 545 metros cúbicos.