La Feria avanza y uno de los sectores que más la sufren, el del taxi, toma medidas que velan por la seguridad de sus trabajadores en una situación que desgraciadamente se repite casi todos los años. Así lo adelantó ayer a La Opinión de Málaga el presidente de la Asociación Unificada Malagueña de Autónomos del Taxi (Aumat), Rafael García, dos días después de que algunos trabajadores se vieran envueltos en varios incidentes el pasado lunes.

Y antes de lamentar males mayores, los autónomos han decidido costearse de su bolsillo a tres vigilantes que trabajarán hasta el próximo domingo en las dos paradas de taxis con las que cuenta el Cortijo de Torres. "Dos de los vigilantes estarán a cargo de Aumat, mientras que el tercero dependerá de Taxi Unión", apuntaba García, quien añadió que creen que es la mejor solución antes que tomar una decisión más radical que afecte al servicio a los ciudadanos.

Afortunadamente, la sangre no llegó al río el lunes y todo quedó, por un lado, en un conato de agresión a un conductor y algunos cristales rotos en algunos taxis que ofrecían sus servicios en el Real de la Feria.

Incidente. Según García, el primero de los casos lo sufrió un compañero que se negó a ofrecer sus servicios a un hombre que, además de mostrar evidentes síntomas de embriaguez, sangraba abundantemente después de haber sufrido algún tipo de incidente en el Cortijo de Torres. Un forcejeo y la ayuda de otros taxistas pusieron punto y final al episodio.

Sin embargo, desde Aumat lamentan que se trate de un problema de fondo que no termina de solucionarse. Tanto es así, que García aseguraba ayer que tras la reunión que el sector mantuvo con el Ayuntamiento de Málaga el pasado 12 de agosto, y después de las vivencias del año pasado por estas fechas, los taxistas siguen "abandonados" en materia de seguridad en la feria de noche.

"Una de las soluciones previstas era una mayor presencia de motos de la Policía Local en la zona de las paradas, pero lo cierto es que desde las 4.00 horas hasta las 7.00 esa presencia es mínima", apuntaba García.

Las peticiones de los taxistas se mantienen desde la Feria del año pasado, cuando varios vehículos sufrieron importantes daños e incluso un conductor fue agredido por los usuarios.