Velan por la seguridad de los ciudadanos y además nos representan con éxito en una competición mundial. Son José Manuel Rodríguez y David Núñez, policía local de Mijas y bombero de Málaga respectivamente, que acaban de aterrizar procedentes de Vancouver (Canadá) tras participar en el Campeonato del Mundo de Policías y Bomberos, una especie de "olimpiadas intercuerpos" en la que unos 10.500 efectivos de todo el mundo demuestran que la ´madera de héroe´ va más allá de la jornada laboral.

En el caso de José Manuel Rodríguez, este 2009 le ha permitido quitarse "una espinita" que arrastraba desde hacía dos, en la anterior edición del evento, cuando consiguió la medalla de plata en la modalidad de cinco kilómetros marcha. Así, este policía local mijeño de 33 años, ha culminado una afición cultivada desde hace casi dos décadas al conseguir por fin el oro, un estímulo para acercarse a su próxima meta: llegar a lo más alto en el Meeting Internacional ´Ciudad de Lugano´, en Suiza, donde espera repetir una hazaña cuajada, en gran medida, por las dos horas que dedica diariamente a entrenar. David Núñez, por su parte, se ha hecho por tercera vez con la plata en la prueba de orientación, un "deporte minoritario" al que es un gran aficionado. Sin embargo, el segundo lugar le sabe a poco, y ya tiene en mente la próxima edición del encuentro, que se celebrará en 2011 en Nueva York y que conmemorará el décimo aniversario del atentado de las Torres Gemelas con un homenaje a todos los efectivos de seguridad que murieron en el rescate.

Al margen de las satisfacciones deportivas, ambos han vuelto cargados de anécdotas. En una de las pruebas de orientación llevadas a cabo en un parque nacional, la organización ofreció a los participantes cascabeles para ahuyentar a los osos, por lo que "en un principio estábamos más preocupados por los osos que por la propia carrera en sí", recuerda Rodríguez, quien también participó en orientación consiguiendo la octava posición.

Desembolso. Aunque describen la experiencia como "preciosa", reconocen que supone un importante esfuerzo económico al no contar apenas con el respaldo de las administraciones. Este año, la estancia de más de diez días en Canadá ha supuesto un gasto de entre 3.000 y 4.000 euros.