Las últimas lluvias apenas se han notado en los embalses de la provincia de Málaga, que se encuentran al 41 por ciento de su capacidad, lo que supone un descenso del 0,7 por ciento en relación a la pasada semana.

Según los datos recabados por Efe en la Agencia Andaluza del Agua, los siete pantanos acumulan 253,49 hectómetros cúbicos de agua de los 613,9 que tienen de capacidad.

En la última semana, los pantanos han reducido sus reservas en 4,44 hectómetros cúbicos de agua, si bien se sitúan muy por encima (139,7 hectómetros) del nivel que alcanzaban hace un año, cuando estaban al 18,5 por ciento.

El descenso en las reservas de los pantanos malagueños ha sido esta semana algo inferior al de las cuatro anteriores, cuando el consumo ha propiciado una bajada de entre 6,2 y 6,5 hectómetros cada siete días.

Todos los embalses han sufrido un descenso en las reservas esta semana, a excepción del pantano Guadalteba, que ha incrementado en 0,18 hectómetros cúbicos el agua que almacena en este periodo, hasta situarse en el 43,78 por ciento.

Precisamente, el que se encuentra en mejor situación es el Guadalteba, que alberga 68,29 hectómetros cúbicos (43,78%), seguido del pantano Guadalhorce con 53,3 hectómetros (42,31%) y La Viñuela -el de mayor capacidad de la provincia- con 48,7 hectómetros cúbicos (28,6%).

Le siguen La Concepción con 33,34 hectómetros cúbicos (59,5%), el embalse Conde del Guadalhorce con 30,2 hectómetros (43,19%), El Limonero con 10,3 hectómetros (41,28%) y la presa de Casasola con 9,2 hectómetros (85%).

En la última semana se han registrado lluvias torrenciales en varias localidades de la provincia, entre ellas Yunquera, Antequera, Vélez-Málaga.

En Yunquera, las precipitaciones ocasionaron inundaciones y desperfectos en viviendas y garajes, así como pérdidas en el cultivo de la vid y la aceituna, mientras que en Antequera causaron desprendimientos en el techo de una parroquia y cortes de carreteras.

Por su parte, en Vélez-Málaga se produjeron varios incendios por la caída de rayos que precisaron la intervención de los bomberos, quienes también tuvieron que actuar debido a acumulaciones de agua en edificios.