Participó el viernes en las jornadas y conferencias que, de forma paralela, se celebran en el Palacio de Congresos en el marco de la sexta edición de la Feria de Turismo Cultural & City Break de Málaga. Enrique Ruiz de Lera, subdirector general de Promoción y Comercialización Exterior de Turespaña está convencido de que el futuro se encuentra en las escapadas de fin de semana, en los viajes urbanos, donde España, en general, y Andalucía y Málaga en particular tienen mucho que ofrecer. Ruiz de Lera intervino como moderador en la mesa ´Destinos urbanos: casos de éxito´, donde estuvieron representadas Valencia, Barcelona y Málaga.

–¿En tiempos de crisis económica, el turismo urbano, las escapadas de fin de semana, son la mejor alternativa para mantener el mercado?

–Sin duda. El turismo de proximidad está en alza. La crisis económica habrá hecho que muchas familias se hayan quedado sin vacaciones este verano y ahora estarán buscando destinos atractivos para aprovechar cualquier puente o fin de semana. Son viajes más cortos y con un tiempo de estancia también inferior.

–¿El AVE, la proliferación de líneas ´low cost´. Estamos hablando de conexiones que parecen expresamente creadas para ser usadas por el turista cultural?

–El AVE hace más accesible la mayoría de los destinos. La alta velocidad está siendo una pieza fundamental para la vertebración del territorio nacional. El turismo urbano, cultural y el denominado city break (de fin de semana) es un segmento que creemos que tiene un gran futuro. La marca España, Andalucía y Costa del Sol tiene que estar presente.

–La feria de Turismo Cultural & City Break que se celebra en el Palacio de Congresos aspira a ser un referente internacional. Ha participado en los congresos paralelos que se han desarrollado. ¿Es una buena iniciativa?

–En su sexta edición, esta feria malagueña es un evento perfectamente consolidado. Turespaña participa y apuesta por ella desde el principio, porque además es la única que se dedica, de forma monográfica, al turismo cultural y urbano. Este año, además, se le ha añadido la coletilla ´city break´. El turismo cultural es el que más está creciendo en España y en la Unión Europea. En la feria han estado presentes 45 operadores internacionales, europeos, de Estados Unidos, Asia e Iberoamérica. Y hemos obtenidos resultados interesantes en las distintas mesas de trabajo que se han desarrollado, como actividad paralela, en el workshop.

–¿Casi siete de cada diez turistas que recibe Málaga capital lo hace atraído por motivos culturales? ¿No se contradice un poco la tradicional oferta de sol y playa? ¿Es posible llevar a cabo una promoción equilibrada de ambos segmentos?

–Málaga, junto a Barcelona, Valencia o Bilbao están a la cabeza de las ciudades que reciben más turistas culturales. La capital catalana encabeza esta clasificación. Pero Málaga sabe muy bien y tiene muy claro cómo combinar la oferta cultural con la de sol y playa. La apuesta por el Museo Picasso es evidente, así como obras actuaciones que se van a desarrollar en el casco urbano, como el Plan del Puerto. Se trata de diversificar la oferta. El turismo cultural y de sol y playa son binomios complementarios y es una forma también de reposicionar el segmento vacacional con nuevos y atractivos alicientes, motivaciones más que suficientes para competir con otros mercados. Ahí, la Costa del Sol, quiere y puede seguir siendo líder, ampliando su oferta con atributos originales, como el turismo gastronómico, de ´wellness´, de golf, cruceros o spa.

–¿Cual es la clave para ser líder en turismo cultural?

–Los destinos más atractivos para los turistas extranjeros suelen ser también los más atractivos para los turistas nacionales. La mayoría de los que visitan Málaga atraídos por su oferta cultural son españoles, muchos incluso, andaluces. Pero Barcelona, por ejemplo, tiene mitad y mitad de nacionales e internacionales. Pero lo más importante es que sea una ciudad atractiva para los propios habitantes. Cuanto más satisfechos y a gusto estén los propios ciudadanos, más atractiva y más visitada será por los turistas.

–¿Los expertos insisten desde hace años en que el turismo está cambiando, que los viajeros son cada vez más exigentes y que piden cosas nuevas? ¿Qué buscan?

–Experiencias únicas. Huyen de los destinos demasiado masificados. Quieren autenticidad. Evitan el deterioro medioambiental. Apuestan por la calidad. Y las administraciones tenemos que trabajar en esa dirección a la hora de elaborar nuevas políticas de promoción y comercialización. En realidad, no hay muchos secretos.

–¿Cómo hay que actuar ante los nuevos destinos que surgen y que ya se erigen en competencia?

–Competir con mejor oferta. Las políticas de promoción de estos destinos, sobre todo mediterráneos, están siendo muy agresivas. Cuentan además con plantas hoteleras nuevas y los precios llegan a ser más bajos. La clave seguirá estando en la calidad del servicio que seamos capaces de ofrecer, en la autenticidad de nuestro destino y en poner en valor nuestro estilo de vida.

–En este tiempo de crisis se ha hablado mucho de la importancia de no bajar los precios para, precisamente, preserva esa calidad. Sin embargo, al final, han caído un 16%.

–Se han bajado los precios en todas partes y ahora va a ser muy difícil volverlos a subir. Hay que hacer un ejercicio de autocrítica por parte de los propios hoteleros, que, en algunos casos, han practicado una política de bajada de precios suicida y ahora van a tener muy difícil justificar ante sus clientes una nueva subida cuando mejore la situación económica.

–¿En qué situación real se encuentra el sector en la actualidad, porque se decía que el turismo sería quizás el único que podría escapar de la crisis?

–A medida que ha ido transcurriendo el año los indicadores han ido mejorando. Pero el año pasado fue muy malo.

–¿En qué medida va a ayudar a levantar el vuelo que Francia y Alemania estén saliendo ya de la recesión?

–Son nichos de mercado muy importantes. La recuperación económica en estos países va a ser muy importante para que nuestra recuperación también sea más rápida. Pero no debemos conformarnos con ellos. Son clientes tradicionales, como los británicos. Nuestra política está dirigida desde hace un tiempo a captar nuevos mercados emergentes y por eso potenciamos nuestra presencia en Asia, Estados Unidos o Latinoamérica, que en el futuro van a crecer, aunque ahora el porcentaje de turistas de estas nacionalidades que nos visitan sea pequeño. Además de diversificar nuestra oferta, tenemos que diversificar también estos nuevos mercados. Es nuestro reto principal: sentar las bases para que estos turistas tengan deseos de viajar a España.

–¿Qué ha supuesto la entrada de Internet en la comercialización turística?

–Que cada vez más habrá menos intermediarios y que los canales de comercialización serán cada vez más cortos. Las empresas, por su parte, tienen la obligación de posicionarse en esta línea y sacar el máximo partido que sean capaz a las nuevas tecnologías.

–¿Hacer previsiones a medio o largo plazo resulta misión imposible con las reservas on line?

–Los turistas realizan sus reservas cada vez de una forma más tardía. No es extraño que esperen hasta e último momento. El plazo de reserva medio se sitúa en la actualidad en unos 43 días de antelación. Esto, como es lógico, además de dificultar las previsiones, también afecta al márketingw.