El camino está trazado. El horizonte, definido. Falta la financiación que facilitará la llegada a esta meta que supone la Universidad ideal, moderna, integrada en su entorno, que atraiga talento extranjero y que contribuya al bienestar de los malagueños. En concreto, son necesarios 233,5 millones de euros, una cantidad que la UMA podría recibir en subvenciones si es una de las diez instituciones académicas españolas que logra el sello de calidad que confiere convertirse en Campus de Excelencia Internacional en esta primera convocatoria de los ministerios de Educación y de Ciencia e Innovación.

Y en ello está, pero el proceso de selección es complicado, porque se han presentado 50 universidades y sólo pueden quedar diez. De hecho, el próximo 30 de septiembre se hará pública la primera selección de 15, que recibirán 200.000 euros para ejecutar su plan estratégico. El miércoles concluyó el primer plazo, que consistía en presentar un borrador. En este trabajo previo, coordinado por el Vicerrectorado de Investigación, la UMA ha dejado clara su apuesta por la biotecnología vegetal y por la tecnología en la industria del turismo y del ocio.

La rectora, Adelaida de la Calle, ha sido la encargada de presentar esta candidatura. Aunque es optimista, reconoce que tiene la misma sensación que un estudiante cuando termina de hacer un examen. De la Calle explicó que la UMA plantea un Campus de Excelencia Internacional (CEI) basado en el apoyo a las más importantes actividades económicas del ámbito local y regional, la agricultura y el turismo.

Éste se proyecta sobre la idea de extrapolar las fortalezas de la UMA a la agricultura y el turismo en dos niveles: en la biotecnología vegetal especializada en cultivos mediterráneos y subtropicales, "que constituye uno de los mayores intereses de la agricultura en el área de influencia de la UMA", añadió De la Calle, "y en uno de los campos más decisivos en el desarrollo económico de nuestra provincia y nuestra región como es la industria turística", subrayó la rectora.

"El turismo entendido no como turismo de sol y playa, sino como una industria innovadora basada en el desarrollo y las aplicaciones de las nuevas tecnologías y otros campos del conocimiento que aporten nuevas perspectivas y nuevos valores, de manera que se dé soporte desde la Universidad a la sostenibilidad y la innovación de estas industrias territoriales", completó.

Los 233,5 millones que pretende la UMA sería empleados en seis planes de mejora docente (32 millones); mejora científica (45 millones); transformación del campus para el desarrollo de un modelo social integral (79 millones); mejoras dirigidas a la implantación y adaptación de Espacio Europeo de Enseñanza Superior (15 millones); transferencia de conocimientos y resultados de investigación al sector empresarial (13 millones); e interacción entre el campus y su entorno territorial (47 millones).

En continuo crecimiento. La Universidad se crea en 1972 y desde entonces no ha dejado de crecer. Es una de las principales fortalezas de la institución académica malagueña, que a pesar de su juventud, es todo un referente en investigación y transferencia de conocimiento. Prueba de ello es la estrecha colaboración que mantiene con el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA). "Queremos seguir siendo claves en el desarrollo socio-económico de Málaga", deseó la rectora.

Este programa financiará las iniciativas más innovadoras y competitivas para conseguir una mejora en las instituciones de educación superior, que las sitúe en los más exigentes estándares de excelencia y calidad en Europa.

En el proyecto está involucrado el 50% de los equipos de investigación de la UMA y el 60% de los doctores.